El desencuentro sobre Siria domina el regreso de la Cámara de los Comunes

Londres, 2 sep.- La Cámara de los Comunes del Reino Unido puso hoy fin a su receso veraniego con un enfrentamiento verbal entre el Gobierno conservador y la oposición laborista, a raíz del reciente "no" británico a la intervención en ese país.

El ministro británico de Defensa, Philip Hammond, insistió, como han hecho otros miembros del Ejecutivo recientemente, en que se descarta que haya una segunda votación en los Comunes sobre el posible ataque a Siria, después del rechazo registrado el jueves en una sesión parlamentaria extraordinaria.

"Creemos que el Parlamento ya ha hablado con claridad sobre este tema y es muy improbable que queramos volver a analizarlo, a menos que las circunstancias cambien de forma significativa", apuntó Hammond en un comité parlamentario.

El ministro de Defensa respondía a una pregunta realizada por la oposición laborista, cuya postura desembocó en el inesperado rechazo de los Comunes a la posibilidad de atacar a Siria por sus supuestas armas químicas, como defendía el primer ministro, David Cameron.

"Tiene gracia que ustedes, que se agruparon detrás de la posición de su líder, dando lugar a la situación en la que nos encontramos ahora, pregunten precisamente en qué circunstancias podríamos revisar este tema", le espetó Hammond a Jim Murphy, responsable de defensa de los laboristas.

Ambos partidos se han culpado mutuamente de causar una crisis política en el Reino Unido con el voto del jueves en la Cámara de los Comunes.

Los conservadores creen que el líder opositor actuó de forma "cínica", siguiendo objetivos meramente políticos, en vez de responder a la gravedad de la situación en Siria, mientras los laboristas acusan a Cameron de provocar el fiasco por no dar las suficientes pruebas de la existencia de armas químicas.

Hoy, una encuesta divulgada por la cadena BBC señaló que el 71 por ciento de los británicos opinan que su Parlamento tomó la decisión correcta al rechazar la participación del Reino Unido en un ataque a Siria y otro 72 por ciento opina que ese voto no dañará las relaciones con Estados Unidos.

La pasada semana varios sondeos ya señalaban que la opinión pública británica estaba mayoritariamente en contra de atacar a Siria.

Por estrecho margen (285-272), la Cámara de los Comunes rechazó el 29 de agosto la posibilidad de que el Reino Unido se implique en una intervención militar en Siria como respuesta a las supuestas armas químicas del régimen de Bachar al Asad.