El diario británico 'The Guardian' publica el diario de un preso de Guantánamo

    • El relato de Mohamedou Ould Slahi, preso desde 2002, incluye los presuntos abusos a los que fue sometido y que terminaron incitándole a realizar una declaración falsa.
    • Según sus abogados, lleva casi 13 años en prisión sin haber sido acusado de cargo alguno, y las expectativas para su liberación no son prometedoras, al encontrarse en un limbo legal.
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El diario británico 'The Guardian' ha comenzado a publicar este viernes el diario de Mohamedou Ould Slahi, el preso número 760 de la cárcel de Guantánamo. Cautivo desde 2002, en este escrito describe los presuntos abusos a los que fue sometido por los oficiales estadounidenses y que terminaron incitándole a realizar una declaración falsa.

Slahi, de nacionalidad mauritana y de 44 años de edad, describió en las páginas del diario cómo fue sometido a privación de sueño, abusos físicos y amenazas de muerte contra él y contra su madre. Según sus abogados, lleva casi 13 años en prisión sin haber sido acusado de cargo alguno, y las expectativas para su liberación no son prometedoras, al encontrarse en un limbo legal.

El texto, escrito en inglés, ha sido censurado en 2.500 ocasiones con el objetivo, según 'The Guardian', de "impedir a los lectores que conozcan todas las circunstancias de su padecimiento". Será la primera vez que un preso de este penal publica desde su cautiverio un libro.

Junto a extractos por escrito, el diario británico ha colgado en su página web algunas partes del diario leídas por conocidos actores como Colin Firth o Stephen Fry.Tres horas de golpes

Slahi relata que fue obligado a beber agua salada y que recibió una paliza durante tres horas antes de ser introducido en una bañera con hielo. Estas prácticas le provocaron alucinaciones. "Podía escuchar las voces de mi familia con una claridad cristalina", relató.

Aprovechando la coyuntura, sus torturadores comenzaron a provocarle a través de las paredes de su celda "poniendo voces falsas" para que atacara al guardia y se diera a la fuga, explica el medio británico.

Como consecuencia, Slahi comenzó a inventarse confesiones en un intento de poner fin a los abusos. "No me importa mientras estéis contentos: si queréis comprar, yo vendo", declaró el preso, quien llegó a declarar que tenía intención de atentar contra la torre CN de Toronto (Canadá).

Aunque un tribunal federal ordenó su liberación por falta de pruebas contundentes -y las que tenían habían sido invalidadas además por el uso de la tortura-, la apelación presentada por los abogados de Slahi todavía no ha sido respondida por las autoridades debido, según los letrados, a una intromisión del Departamento de Justicia.Viajes a Afganistán

El medio británico explica cómo Slahi viajó dos veces a Afganistán a principios de los 90 y se alistó en Al Qaeda. Ahí combatió al régimen de Kabul, respaldado por la Unión Soviética. Según su relato, en 1992 se habría desvinculado del grupo terrorista.

Después del 11-S fue detenido, acusado de estar involucrado en un plan para atentar en el aeropuerto internacional de Los Ángeles mientras vivía en Canadá en 1999. 'The Guardian' relata cómo nunca se ha encontrado evidencia de esto.

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