El dinero se postula como el gran desafío ante el inminente referéndum en Escocia

    • Los sondeos se muestran imperturbables desde hace dos años, cuando se convocó el referéndum, y siempre han dado la victoria al "no".
    • Según una media de todas las encuestas que realiza el diario Financial Times, el 46% de los votantes se opone a la independencia y el 36% la apoya
El Banco de Inglaterra tiene "planes de contingencia" ante el referéndum escocés
El Banco de Inglaterra tiene "planes de contingencia" ante el referéndum escocés

Los partidarios de la independencia de Escocia tienen un mes para apelar al corazón de los votantes y hacerles olvidar el dinero, el principal desafío para invertir unos sondeos que les son muy desfavorables ante el referéndum del 18 de septiembre.

"¿Debe ser Escocia un país independiente? Sí-No". Unos cuatro millones de votantes -todos los residentes legales en la región mayores de 16 años, aunque sean británicos de otras regiones o europeos- tendrán la oportunidad de pronunciarse sobre la salida del Reino Unido.

El gobierno regional celebrará el lunes su última reunión de gabinete antes del referéndum y el 25 de agosto tendrá lugar el acto con mayor potencial para convencer a indecisos: el segundo y último debate entre el líder independentista y primer ministro escocés Alex Salmond y el jefe de campaña de los unionistas, el exministro de Economía británico Alistair Darling.

Los sondeos se muestran imperturbables desde hace dos años, cuando se convocó el referéndum, y siempre han dado la victoria al "no". Según una media de todas las encuestas que realiza el diario Financial Times, el 46% de los votantes se opone a la independencia y el 36% la apoya, con un 16% de indecisos.

La oposición a la independencia es especialmente alta entre las mujeres y los jóvenes. Un sondeo publicado el jueves en el diario escocés The Daily Record eleva a 50% el porcentaje de mujeres votantes que se oponen a la secesión.

Para la diputada laborista del parlamento escocés Jackie Baillie, contraria a la independencia, "cuanto más consideran las escocesas las consecuencias de la separación sobre nuestra libra, las pensiones y los servicios públicos, más dicen 'no, gracias' a la independencia'".

Alex Salmond, jefe del gobierno regional y líder de la campaña independentista, "está tan obsesionado con romper con el Reino Unido que no ve los riesgos de la separación. Las mujeres de Escocia sí", agregó.

Nicola Sturgeon, vicepresidenta del gobierno regional escocés de Salmond, rechazó de plano esa idea.

"Creemos que las mujeres votarán 'sí' el mes que viene porque es nuestra oportunidad de proteger la sanidad pública de las privatizaciones de Londres, crear más trabajos y proteger las guarderías en vez de derrochar miles de millones de libras de los impuestos de los escoceses en armas nucleares".

Desde que Salmond no pudo contestar en un debate qué moneda usaría la Escocia independiente si Londres no le dejaba seguir utilizando la libra esterlina, tal y como él pretende, el debate ha quedado circunscrito, todavía más, a temas económicos.

Los independentistas aseguran que el whisky y las reservas petroleras del mar del Norte serán suficientes para mejorar el nivel de vida de los escoceses. Los economistas no se ponen de acuerdo pero los votantes parecen haberse hecho una idea.

"Si funciona, no lo manosees", dice sobre el Reino Unido la escocesa Mary Dickie, una profesora jubilada de 69 años.

Dickie dijo que además está harta del discurso "Braveheart, y todo eso" de los independentistas, refiriéndose a las apelaciones a la figura del guerrero medieval William Wallace, que venció a los ingleses y acabó siendo descuartizado en Londres, justo en el lugar en el que hoy se levanta el mercado de carne de Smithfields.Los jóvenes no lo ven claro

Contrariamente a las expectivas, los jóvenes de 16 y 17 años, que por primera vez participarán en una cita electoral, tampoco ven claros los beneficios de la separación.

Según un sondeo de la Universidad de Edimburgo difundido en junio, el 52% de los votantes de esa franja se opone a la independencia y un 29% la prefiere, con un 19% de indecisos.

"Cambié de opinión con la publicación del libro blanco del SNP", el Partido Nacional Escocés de Salmond, explicó a la AFP Sean Thomson, de 16 años, de Perthshire, una localidad al sur de Edimburgo, que inicialmente apoyaba la independencia.

"De sus más de 6.000 páginas, sólo una está dedicada a las finanzas. Esperaba más", agregó.Catalunya mira con atención

El referéndum será especialmente seguido en Cataluña, cuyo gobierno autónomo reclama sin éxito a Madrid poder votar sobre la independencia, como los escoceses.

José Vicente Rodríguez Mora, barcelonés, es profesor de Economía en la Universidad de Edimburgo, votará "no" y cree que el impacto de referéndum escocés en la cuestión catalana dependerá del resultado.

"Un 'no' no tendría demasiado impacto, porque en Cataluña seguirían diciendo que 'lo que queremos es votar'. Un 'sí', en cambio, tendría un impacto mucho más grande" y alentaría la ambición de los nacionalistas catalanes.La libra, la deuda o el petróleo siembran discusión

Falta un mes para que Escocia decida si se independiza del Reino Unido, pero las discusiones sobre el reparto de bienes en caso de divorcio ya han provocado duros cruces entre Londres y Edimburgo.

La libra esterlina, la deuda nacional o el petróleo del mar del Norte son algunos de los bienes en disputa.

El primer ministro (regional) escocés y líder independentista, Alex Salmond, sostiene que una Escocia independiente podría decidir su propia política económica y financiera, fundamento de la prosperidad.

Salmond y su Partido Nacional Escocés (SNP) proponen una unión monetaria entre Escocia y lo que restaría del Reino Unido (Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte) bajo la supervisión del Banco de Inglaterra, algo comparable al euro y el Banco Central Europeo.

Pero los tres partidos británicos le han dicho a Salmond que se olvide: si Escocia se va, Londres no quiere ser prestamista en caso de problemas ni pactar políticas económicas con Edimburgo.

Respecto a la deuda el departamento del Tesoro de Londres dijo que le daría a una Escocia independiente su parte en la deuda nacional, pero Edimburgo amenaza con no pagar si no le dejan usar la libra.

Además podría ocurrir que Escocia no sea tan capaz de rembolsar la deuda si el petróleo del mar del Norte no fluye generosamente.

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