Madrid, 26 sep.- El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha considerado hoy "plenamente justificado" el dispositivo y la actuación policial para evitar el acceso al Congreso de los Diputados por parte de un grupo "reducido" de manifestantes, que ayer concluyó con 35 detenidos y 64 heridos, 27 de ellos policías.
En un comunicado, el SUP señala que, dentro de la iniciativa "Rodea el Congreso", que discurría con absoluta normalidad, un grupo reducido de manifestantes intentó romper, "de forma violenta", el cordón policial establecido alrededor del Congreso de los Diputados.
La respuesta policial fue la de impedirlo a toda costa y para ello tuvo que utilizar la fuerza, según el sindicato, que considera "plenamente justificado" tanto el despliegue de 1.400 policías como la actuación policial, ante la "gravedad" de los incidentes.
El Código Penal contempla como delito el mero hecho de manifestarse ante la Cámara Baja cuando esta se encuentra reunida, tratando de perturbar su normal funcionamiento, recuerda el SUP.
El sindicato lamenta las críticas a los policías por no llevar identificación y las justificaciones a las agresiones a agentes de la policía.
Igualmente, expresa su preocupación por que algunos representantes de partidos políticos a los que se intentó proteger justifiquen la violencia de unos pocos y critiquen la actuación policial, al tiempo que consideran que la imagen de España en el exterior ha bajado unos cuantos escalones con estos incidentes.
Por ello, el SUP solicita un pronunciamiento público del ministro del Interior, Jorge Fernández, de apoyo a la actuación policial, así como proceder contra quienes trataron de perturbar el normal funcionamiento del Congreso y causaron daños a algunos de los policías que intervinieron.
Por su parte, el Sindicato Independiente de la Policía Española (SIPE) defiende la legalidad de las actuaciones realizadas por las Fuerzas de Seguridad en los días previos a la convocatoria "Rodea el Congreso" cuando se reunían sus promotores, entre los que había "radicales de extrema izquierda, cuyo objetivo era la violencia pura y dura".
El SIPE lamenta que un problema social o laboral, se convierta en "un problema policial" y advierte de que "en esto no hay nada pacífico", y concluye diciendo de los policías: "no somos violentos y protegemos a todos los ciudadanos".
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