El Ejército disuelve una manifestación de trabajadores textiles en Camboya

  • El Ejército camboyano disolvió hoy una manifestación de trabajadores del textil quienes protestaban para pedir al Gobierno una subida del salario mínimo en medio de una huelga del sector en todo el país.

Bangkok, 2 ene.- El Ejército camboyano disolvió hoy una manifestación de trabajadores del textil quienes protestaban para pedir al Gobierno una subida del salario mínimo en medio de una huelga del sector en todo el país.

En un comunicado, varias ONG locales criticaron el uso de la fuerza por parte de los soldados contra los manifestantes, incluidos varios monjes, en una fábrica situada en las afueras de Phnom Penh, la capital.

"El uso de la Unidad de Comando Especial 911 para suprimir a los manifestantes cerca de la fábrica Yak Jin en el distrito Pursenchey en Phnom Penh no tiene precedentes", señalaron la Liga Camboyana para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos y el Centro de Educación Legal para la Comunidad.

"Y muestra una nueva táctica alarmante para suprimir violentamente las protestas largamente pacíficas", agregaron las organizaciones no gubernamentales.

Las ONG denunciaron que un centenar de soldados, armados con porras, cuchillos y rifles, provocaron dos choques violentos y detuvieron al menos a diez personas.

Centenares de trabajadores del textil se mantienen en huelga desde la semana pasada para exigir un salario mínimo de 160 dólares mensuales, mientras que el Gobierno propone un incremento de 15 dólares hasta los 95 dólares mensuales.

En el inicio de las negociaciones no participó la Asociación Camboyana de Fabricantes del Textil, que culpó a la acción "ilegal y violenta" de los piquetes sindicales el cese de las operaciones en las cerca de 500 fábricas del país.

En un comunicado emitido el domingo, la patronal del sector dijo que mantendrá sus centros de producción cerrados hasta que el Gobierno y los sindicatos en huelga garanticen la seguridad de las instalaciones y de los empleados.

La organización indicó que muchos de sus socios sufrirán penalizaciones al no poder cumplir sus compromisos y objetivos de producción, y atribuyó a los sindicatos la responsabilidad de la pérdida de salarios, puestos de trabajo e inversiones que provoquen los paros.

La industria textil y de calzado emplea a unas 600.000 personas y representa alrededor del 95 por ciento del total de exportaciones de Camboya, con un volumen de negocio que en los once primeros meses del año se situó en cerca de 5.070 millones de dólares.

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