El encuentro entre Maduro y Santos por la crisis fronteriza tendrá que esperar

    • Colombia y Venezuela no han logrado alcanzar un acuerdo para un encuentro presidencial en el que se aborde la crisis fronteriza que ha calentado las relaciones bilaterales entre ambos.
    • Bogotá exige el reencuentro de la familias que se han visto forzadas a separarse, mientras que Caracas pide que el país vecino endurezca su lucha contra el contrabando y los paramilitares.
Agentes de la Policía venezolana en la frontera con Colombia
Agentes de la Policía venezolana en la frontera con Colombia

El encuentro entreNicolás MaduroyJuan Manuel Santostendrá que esperar un poco más después de que sus respectivas ministras de Asuntos Exteriores no hayan llegado a un acuerdo tras reunirse este sábado en Quito para abordar la crisis que ha surgido en las relaciones bilaterales entre ambos países después de que el presidente venezolano ordenara hace ya casi un mes el cierre de la frontera y la deportación de algo más de un millar de personas por los ataques que tres soldados habían sufrido por parte de grupos paramilitares de extrema derecha.

Si bien tanto la canciller colombiana,María Ángela Holguín, como su homóloga venezolana,Delcy Rodríguez, no ofrecieron declaraciones después de esta segunda cita, la primera se produjo hace unas semanas en Cartagena y fue también improductiva, el ministro de Exteriores ecuatoriano y anfitrión del encuentro, Ricardo Patiño, aseguró, pese a no concretarse nada, quemantuvieron una "satisfactoria" reunión yconfía en un feliz desenlace.

La crisis fronteriza entre ambos países, en especial sobre la limítrofe ciudad colombiana de Cúcuta y el estado venezolano de Táchira,ha provocado que unos 1.500 colombianos, entre ellos alrededor de 300 menores, hayan sido deportados por Venezuela. Otras 15.000 personas han huido del país a través de vías no habilitadas por miedo a ser expulsadas y tener que verse obligadas a dejar sus pertenencias.

Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF),las deportaciones han provocado la separación de 154 familias, superando así de manera muy amplia las cifras registradas años atrás. Solo en 2014 tuvieron lugar 1.820 expulsiones.

Amparándose en ese drama, Holguínexigió a Rodríguez que se permitiese a estas familias reencontrarse, además de una alternativa al cierre de las fronteras que afecta a los departamentos colombianos de Norte de Santander y La Guajira, tal y como apuntan diversos medios de comunicación colombianos.

Si bien las autoridades venezolanas encararon dicho encuentro "con el mejor de los ánimos", siempre han asegurado que se mantendrán firmes en su exigencia de que Colombia "cumpla con su responsabilidad", en alusión a las denuncias hacia la supuesta permisividad de las autoridades colombianas para con las actividades ilícitas en la frontera a cargo de contrabandistas y grupos paramilitares.

"Son muchas las verdades que hay que decirse", aseguró este fin de semana Maduro, para quien es necesario "aplicar un torniquete" contra el crimen organizado, el contrabando y los paramilitares.Colombia, solo por detrás de Siria en número de refugiados

Colombia es el país que más refugiados ha generado en todo el mundo después de Siria. La guerra y el conflicto armado que vive el país desde hace más de 50 años ha provocado el éxodo masivo de miles de sus ciudadanos. Desde 2003, solo en Venezuela, que ha acogido a más solicitantes de asilo que cualquier otro país del continente,casi 600.000 colombianos han encontrado allí su residencia, según cifras de la ONU.

A día de hoy, más de cinco millones y medio de colombianos viven en Venezuela, concentrando así el 30% de la migración de país cafetero a nivel mundial, tal y como explicó en los últimos días el vicepresidente venezolano de Planificación, Ricardo Menéndez.

En ese sentido, desde Venezuela se critica que Santos esté utilizando el conflicto en la frontera para intentar ocultar las vergüenzas históricas de los distintos gobiernos del país con respecto a su labor en la frontera y así enfrentar a ambos pueblos en una suerte de 'duelo patriótico', obviando que en los 6.301 kilómetros de frontera -que limitan además de con Venezuela, con Brasil, Perú, Ecuador y Panamá- campa a sus anchas el desamparo económico y social de sus habitantes,según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Tanto es así, que, según ACNUR,al menos 18.000 colombianos residentes en la frontera se han beneficiado de las prestaciones sociales y de salud del Gobierno de Venezuela.Connivencia con los paramilitares

El conflicto armado que castiga Colombia desde la pasada década los 60 ha sido utilizado, según organismos internacionales y partidos de la oposición, como pretexto para acabar con cualquier tipo de disidencia política en el país.

Una situación que tuvo sus episodios más sangrientos en los 80 cuando el 'Cártel de Medellín' de Pablo Escobar se encargaba de ejecutar a las fuerzas que cuestionaban el 'status quo' con cierta complacencia por parte de las autoridades.

Años más tarde, durante el mandato presidencial deÁlvaro Uribeentre 2002 y 2010, él y algunos miembros de su familia fueron acusados de servirse de grupos paramilitares, lo que se dio a conocer como la 'parapolítica',para acallar cualquier tipo de crítica por parte de la sociedad civil, bajo la excusa de estar combatiendo a la guerrilla de lasFARC, con la que el Gobierno actual mantiene desde hace más de un año diálogos de paz.

Actualmente, la Justicia colombiana tiene sobre la mesa numerosos casos de los llamados'falsos positivos', asesinatos extrajudiciales que se cometieron desde entonces sobre civiles desarmados, en especial líderes sindicales y campesinos, a los que se acusaba posteriormente de manera fraudulenta de pertenecer a la guerrilla.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos cuenta con 50 procesos abiertos por desapariciones y desplazamientos forzados, así como por otros crímenes de Estado, contra Colombia, que ya fue condenada en una quincena de ocasiones.Contrabando de productos regulados

El contrabando de gasolina y la exportación de productos venezolanos regulados, que agrava el problema del desebastecimiento en los departamentos que fronterizan con Colombia, además de la presencia de paramilitares, han hecho de la frontera entre ambos países una de las zonas más calientes de América Latina.

El Gobierno de Nicolás Maduro inició hace un año una campaña contra el contrabando de combustible y productos de primera necesidad, artículos subsidiados por el Estado y cuyo mercadeo en el exterior está penado con hasta cinco años de prisión. Los contrabandistas viajan hasta Colombia donde los revenden.

Desde entonces, el Plan Nacional contra el Contrabando se ha saldado con 1.185 detenidos y19.000 toneladas de productos confiscados y repuestos en los puntos de venta. Además, un centenar de caminos y vías por las que los contrabandistas y paramilitares operaban han sido inhabilitadas.

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