Seis de sus miembros (Miles, Bonzi Wells, Damon Stoudemire, Zach Randolph, Rasheed Wallace y Qyntel Woods) fueron detenidos en varias ocasiones por posesión o consumo de marihuana.
Wallace fue el jugador que más técnicas recibió en la historia de la NBA. Woods fue condenado por crueldad animal; montaba peleas ilegales de perros. Stoudemire protagonizó una historia para recordar: llamó a la policía porque le estaban robando en casa, pero los agentes que llegaron a su vivienda olieron algo raro. Un breve registro dio con medio kilo de marihuana escondida en un recoveco. El que acabó en comisaría fue el jugador.
Pero hay un incidente que mide el grado de degradación del equipo y, sobre todo, los 'angelitos' que lo conformaban.
En un entrenamiento, el novato Zach Randolph rompía un pómulo a su compañero Ruben Patterson de un puñetazo. Randolph terminó la temporada viviendo en la casa de su compañero Dale Davis por miedo a que Patterson le fuera a buscar para pegarle un tiro. Tenía razones: Patterson era un tipo peligrosísimo. Trató de violar a la niñera de sus hijos, aunque un acuerdo económico le libró de la cárcel. También agredió a su mujer en varias ocasiones.
Randolph tampoco es un angelito precisamente: estuvo implicado en un tiroteo a la salida de un strip-club en Indiana en el que murió su primo. Su hermano, que se autoinculpó, fue condenado por disparar a tres tipos, aunque siempre se sospechó que el que apretó el gatillo fue Zach. Sus amigos no eran los mejores: la MTV le hizo un reportaje en su casa, donde vivía con varios compinches. La policía detectó que varios de ellos tenían antecedentes por robo y violencia.
Por suerte, los 'Jail Blazers' son historia. Aunque no es descartable que alguna de sus hazañas los devuelva a la actualidad.
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