El euroescéptico UKIP de Farage, favorito a las europeas en el Reino Unido

  • El Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) de Nigel Farage, populista y euroescéptico, se perfila como el ganador de las elecciones europeas en el Reino Unido con el doble de votos que en 2009 y por delante de las principales fuerzas del país.

Londres, 21 may.- El Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) de Nigel Farage, populista y euroescéptico, se perfila como el ganador de las elecciones europeas en el Reino Unido con el doble de votos que en 2009 y por delante de las principales fuerzas del país.

Cerca de 46 millones de británicos están llamados mañana a las urnas para decidir el reparto de los 73 escaños británicos en el Parlamento europeo, en una jornada en la que también se celebran elecciones municipales en Inglaterra e Irlanda del Norte.

Con una participación prevista en torno al 35 %, estas dos citas electorales servirán de barómetro de la popularidad del Gobierno de coalición conservador-liberaldemócrata a un año de las generales de 2015 y podrían reafirmar al UKIP como tercer partido del país en número de votos.

Pero podría frenar su avance la creciente percepción del partido como racista, tras una polémica por ataques de Farage al colectivo rumano y la suspensión de varios candidatos por exabruptos contra extranjeros y homosexuales.

Según las últimas encuestas, incluidas en un informe de la London School of Economics (LSE), el UKIP podría obtener en los comicios de mañana hasta 24 eurodiputados (30,7 % del voto), desde 13 hace cinco años (16,6 %), frente a los 23 escaños (un 28 % del voto) que conseguiría el Partido Laborista de Ed Miliband, la segunda formación más votada.

De acuerdo con estos datos, los conservadores del primer ministro David Cameron bajarían de 25 a 17 eurodiputados (22,3 %), lo que les situaría en tercera posición en unas elecciones por primera vez en su historia.

Los grandes perdedores, con dos escaños y un 8 % del voto (de 11 eurodiputados en 2009), serían los liberaldemócratas de Nick Clegg, el partido más proeuropeo del Reino Unido, que según el profesor de ciencia política de la LSE Patrick Dunleavy se arriesgan incluso "a ser borrados del mapa".

Lo interesante de un resultado así sería además que "más de un 50 % del país estaría votando por partidos que quieren un referéndum de pertenencia a la Unión Europea ('tories' y UKIP)", apunta.

Ese mismo avance del UKIP y los laboristas se espera en las elecciones municipales a 161 autoridades locales en Inglaterra y 11 en Irlanda del Norte, donde se disputan respectivamente 4.216 y 462 puestos de concejales.

Aunque el partido de Farage lo tiene difícil en centros urbanos como Londres, donde se elige el gobierno de sus 32 distritos y a 4 alcaldes independientes (no al de todo Londres), se espera que crezca en otros puntos del país.

Habiendo perdido casi un 5 % de su voto en favor del UKIP, los "tories" de Cameron afrontan números negativos en estas municipales parciales, así como los liberales de Clegg, que podrían ceder hasta 350 concejales de los 732 que tienen, de acuerdo con la LSE.

Por primera vez en años, las elecciones europeas despiertan un especial interés en el Reino Unido, en parte por las vicisitudes en la eurozona y también porque podrían apuntalar al UKIP como "uno de los tres grandes (en votos)", según Dunleavy.

Por el sistema electoral británico, el UKIP, un partido minoritario fundado en los años 90, no tiene ningún escaño en la Cámara de los Comunes, a la que accede el candidato más votado de cada partido en las circunscripciones en que se divide el país, lo que favorece a las formaciones tradicionales.

"Al UKIP le interesa aumentar su presencia en Europa para conseguir más recursos e influencia a fin de poder crecer dentro del Reino Unido y entrar finalmente en la Cámara de los Comunes", apunta el jefe del departamento de Gobierno de la LSE, Simon Hix.

Con el voto previsto actualmente, la formación de Farage, que centra su programa en la oposición a la UE y la inmigración, subiría de un 3 a un 14 % su apoyo en las elecciones legislativas, relegando a un 9 % a los liberales de Clegg, pero aun así no obtendría escaño en Westminster.

"Lo curioso del UKIP es que, aunque se opone a Europa, le debe su auge a Europa", observa Dunleavy.

Un crecimiento del UKIP en estas elecciones tendría consecuencias para todos los partidos, señala el experto, pues "Cameron recibiría presión de los euroescépticos, a Miliband se le achacaría un pobre papel y los liberales pedirían a Clegg que se distanciara de los conservadores", socios mayoritarios en la coalición.

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