El éxito de C's: no quitó votos al PSC, pocos al PP y se hizo con los nuevos votantes

Uno de los pocos partidos que pudo ayer celebrar con razones el resultado de las elecciones autonómicas de ayer en Cataluña fue Ciudadanos.

La formación liderada por Albert Rivera y que en estos comicios tenía como cabeza de lista a Inés Arrimadas se convirtió en la segunda fuerza política en el Parlamento catalán y casi triplicó los votos y los escaños de los comicios catalanes de 2012.

Las claves de éxito están en su mensaje claro y contundente, pero no crispado, que ha convertido a la formación naranja en una pieza fundamental en el panorama catalán y determinante de cara a los comicios generales que se celebrarán antes de que acabe el año.

La lista de Ciudadanos obtuvo ayer 733.290 votos, 458.283 más que en 2012, y 25 escaños, frente a los 9 de los anteriores comicios. Antes de las elecciones, los analistas aseguraban que el crecimiento de Ciudadanos que reflejaban las encuestas -mucho menor del que se produjo ayer- vendría por una caída del respaldo del Partido Popular y, menos, del trasvase de votos del PSC a la formación naranja.

Sin embargo, la realidad parece diferente. El gran incremento de la participación -aumentó diez puntos- ha sido determinante para que Ciudadanos se consolide como segunda fuerza más votada en Cataluña, con 9 escaños más que la tercera, el PSC.

Los nuevos votantes -164.000 catalanes acudían a las urnas por primera vez- y la mayoría silenciosa no independentista que hasta ahora no acudía a votar en las autonómicas, aunque lo hacía en las generales, han sido claves.

El Partido Popular sufrió un importante descalabro, pero apenas perdió 124.000 votos frente a los más de 458.000 que logró Ciudadanos. Si todos los respaldos perdidos por el PP hubieran ido a la formación naranja, apenas supondrían una cuarta parte del total.

Mientras, el PSC de Miquel Iceta apenas perdió 3.800 votantes con respecto a 2012, aunque la entrada de nuevos electores redujo su representación parlamentaria en cuatro escaños.

Por tanto 330.500 votantes de Ciudadanos son nuevos electores o, más improbable, vienen de Unió Democràtica de Catalunya o Convergència.

Para Ainhoa Uribe, coordinadora académica del Grado de Ciencias Políticas y profesora titular en Ciencia Política de la Universidad de la Universidad CEU San Pablo, Ciudadanos ha sido el partido que ha movilizado a los indecisos, a los desencantados por el Partido Popular y por el Partido Socialista y a todas las personas que muestran una apatía por las instituciones políticas, en general.

"Ciudadanos ha sabido movilizar el discurso de la emoción, del doble sentimiento de español y catalán, y no se ha visto envuelto en ningún escándalo de corrupción o de mala praxis política, sencillamente porque no ha gobernado todavía", asegura.

"Es un partido joven que ha sabido ilusionar y movilizar a las personas que no tenían definido su voto y a los que se han cansado de la política tradicional, pero que optan por la moderación, y no por el extremismo de Podemos. En consecuencia, Ciudadanos se perfila como un actor clave, como un futuro partido bisagra, a nivel autonómico y nacional. El tiempo dirá qué recorrido político tienen", admite Uribe.