El fiscal Michele Prestipino avisa de que la crisis económica beneficia a las mafias

  • Madrid.- La crisis económica y financiera beneficia a las organizaciones mafiosas italianas, especialmente a la menos conocida pero más peligrosa, la calabresa Ndrangheta, dijo hoy el procurador adjunto Antimafia de Reggio Calabria, Michele Prestipino.

El fiscal Michele Prestipino avisa de que la crisis económica beneficia a las mafias
El fiscal Michele Prestipino avisa de que la crisis económica beneficia a las mafias

Madrid.- La crisis económica y financiera beneficia a las organizaciones mafiosas italianas, especialmente a la menos conocida pero más peligrosa, la calabresa Ndrangheta, dijo hoy el procurador adjunto Antimafia de Reggio Calabria, Michele Prestipino.

En una entrevista con Efe en Madrid, Prestipino habló de la peligrosidad de la Ndrangheta, la mafia más poderosa de Italia, considerada la "primera empresa" del país con un volumen de negocios anual de más de 90.000 millones de euros (casi 115.000 millones de dólares), según un informe presentado en 2008.

Se trata de la organización mafiosa, dijo el procurador italiano, que ha recibido menos "golpes" por parte del Estado y, además, dispone de la liquidez que necesitan los bancos.

Se refirió a lo que él denominó en italiano como "abbraccio fatale" (abrazo fatal): "El hecho de que haya un grupo con mucha disponibilidad de dinero hace que pequeñas empresas con problemas, a las que no dan créditos, tengan la tentación de pedir a un grupo que sí tiene dinero disponible", en referencia a las mafias.

"La crisis favorece a las organizaciones mafiosas. El único mercado internacional que está siempre activo y que no muestra signos negativos desde el punto de vista del consumo es el tráfico de drogas, en concreto el consumo de cocaína", destacó Prestipino.

Y es que la Ndrangheta controla todas las puertas de entrada de la cocaína en Europa, tanto la que procede de Colombia, Ecuador o México, como la de África, ya que el narcotráfico es su principal actividad, según todos los expertos en la materia.

Prestipino, magistrado desde hace 25 años y dedicado a las más importantes investigaciones antimafia de los últimos 12 años, resaltó que las mafias no son sólo un problema italiano, sino que la intervención de la Unión Europea es importante y necesaria.

El fiscal italiano apuntó que para desarticular a las mafias es necesario tanto atacar a la estructura organizativa con arrestos como "golpear" su entramado financiero y empresarial.

Además, señaló que a los europeos en general "les cuesta comprender o no quieren comprender" la dimensión de organizaciones como la Ndrangheta, que hasta el momento es la menos conocida en comparación con la Cosa Nostra de Sicilia o la Camorra de Campania.

Explicó que cuando la mafia calabresa llega a un lugar, lo hace "llena de dinero" e, inmediatamente, crea una base operativa. "No sólo llega el dinero, sino la organización mafiosa. Se expanden, controlan el territorio e imponen sus reglas, no sólo económicas, sino también sociales y políticas", precisó.

La mafia calabresa comenzó a conocerse en la masacre de Duisburgo (Alemania) en agosto de 2007, cuando fueron asesinadas seis personas.

"Hasta entonces los alemanas negaban tener un problema de presencia mafiosa en su territorio", destacó.

También se refirió a la presencia de las mafias italianas en España, un "lugar privilegiado" para estos delincuentes desde los años 70.

De hecho, dijo, España se ha convertido en un centro estratégico de tránsito de la droga que llega de América Latina a Europa.

Prestipino expresó su esperanza de que se acabe con las organizaciones mafiosas. "Es una necesidad. No es un acto de fe, es una convicción basada en la historia. Si ha caído el muro de Berlín, podremos vencer a estas organizaciones", agregó.

Puso como ejemplo la Cosa Nostra, la organización más conocida y "fortísima" en los años 90 y que hoy ha perdido fuerza.

Prestipino participa hoy en una mesa redonda sobre las mafias italianas organizada por la plataforma "A Madrid si muove un'altra Italia", junto a Claudio La Camera y María Ficara, responsables del "Museo della Ndrangheta".

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