El Gobierno argentino afirma que es difícil evaluar impacto de huelga general

Buenos Aires, 11 abr.- El Gobierno argentino ha dicho hoy que es "difícil" evaluar el alcance de la huelga general realizada el jueves por sindicatos opositores y cuestionó la "autoridad moral" de los dirigentes gremiales.

"En Argentina muchas veces es muy difícil evaluar el impacto de una medida de fuerza porque a veces se confunde el paro con un lock out patronal", ha dicho en rueda de prensa el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, en referencia a la adhesión a la huelga de las empresas de autobuses.

Además de este medio de transporte, tampoco funcionaron trenes, metro ni aviones comerciales, con lo que, según argumenta el Gobierno, muchos trabajadores que quisieron ir a sus trabajos pudieron hacerlo.

Capitanich rehusó responder en la rueda de prensa sobre qué pasos planea dar el Gobierno tras la huelga, que, según los sindicatos opositores, fue convocada para que el Ejecutivo dé respuestas a problemas como la inseguridad y la inflación.

La medida de fuerza fue liderada por el líder opositor de la Confederación General del Trabajo, Hugo Moyano, que fue uno de los principales aliados del Gobierno de Cristina Fernández hasta 2012.

Muchos de estos dirigentes sindicales, que fueron aliados al Gobierno y que se beneficiaron con el, por el incremento del nivel de actividad, por el incremento del número de afiliados a los gremios y por el incremento de los salarios, son los que hoy critican", dijo Capitanich.

"Ninguno de los dirigentes que me critican de un modo duro tienen la autoridad moral que yo tengo", sostuvo hoy Capitanich, quien no quiso abundar sobre el tema de la huelga ante las preguntas de los periodistas.