El Gobierno británico quiere que algunos juicios sean a puerta cerrada

  • El Gobierno británico de David Cameron tiene planes para que determinados juicios que afecten a la seguridad nacional se celebren a puerta cerrada, pero se enfrenta con la oposición de los liberaldemócratas, sus socios en la coalición.

Londres, 4 abr.- El Gobierno británico de David Cameron tiene planes para que determinados juicios que afecten a la seguridad nacional se celebren a puerta cerrada, pero se enfrenta con la oposición de los liberaldemócratas, sus socios en la coalición.

En el Reino Unido los juicios se celebran en público y ahora el Gobierno quiere que ciertos procesos civiles que pongan en peligro la seguridad nacional, como los que afectan a los agentes de los servicios secretos británicos, sean a puerta cerrada.

Esta propuesta está contenida en un libro verde publicado el mes pasado por el Gobierno conservador-liberaldemócrata, cuyo contenido se ha conocido hoy y ha sido motivo de debate.

El ministro de Justicia, Kenneth Clarke, se mostró hoy a favor de este "secreto" al argumentar que algunas pruebas presentadas ante los tribunales británicos proceden de material delicado facilitado por la agencia de inteligencia CIA de EEUU.

Con este nuevo plan se pretende que sea el Gobierno británico el que decida qué procesos deben ser a puerta cerrada.

Sin embargo, el viceprimer ministro, el liberal demócrata Nick Clegg, ha manifestado su oposición al plan y no está dispuesto a respaldarlo si no queda claro en qué casos serían a puerta cerrada.

Según revelaron hoy los medios británicos, Clegg ha escrito al Consejo Nacional de Seguridad, formado por ministros y que supervisa todos los aspectos de la seguridad del país, para señalar que deben ser los jueces y no los ministros quienes decidan si un determinado juicio debe ser a puerta cerrada o no.

En su misiva, Clegg señala que, antes de que su partido apoye las propuestas, deben quedar bien claras para que no quede ninguna duda de que solo se aplicarán en casos muy específicos, como pueden ser los relativos a la amenaza terrorista.

Las críticas de Clegg salen a la luz después de que el Comité Conjunto de Derechos Humanos, formado por diputados y lores, consideró que el Gobierno no ha dado suficientes argumentos para justificar estos procesos.

En un informe, cuyo contenido también se conoció hoy, el comité parlamentario pide al Gobierno que aclare la propuesta, especialmente sobre la presentación de pruebas "sensibles".

En declaraciones a los medios británicos, Kenneth Clarke recalcó hoy que los juicios en los que la seguridad nacional está en juego no deberían estar abiertos al público si pone en peligro vidas humanas, si bien compartió la preocupación de Clegg.

En opinión de Clarke, los cambios propuestos permitirían a los jueces tener acceso a cierta información en lugar del "silencio" que impera actualmente en ciertos procesos sobre información sensible que no puede ser presentada ante los tribunales.

"Me gusta una justicia abierta pero tengamos un poco de sentido común en esto, no puede haber justicia abierta a costa de la pérdida de vidas", dijo el ministro a la cadena Sky News.

Según el Gobierno, actualmente hay casos judiciales que deben ser resueltos fuera de los tribunales para evitar que ciertas pruebas sensibles obtenidas por los servicios de contraespionaje MI5 y los de espionaje MI6 salgan a la luz pública.

La directora de la organización defensora de los derechos civiles Liberty, Shami Chakrabarti, dijo hoy que la preocupación de los diputados y de lores muestra "finalmente" que el Parlamento se ha plantado frente a las mayores exigencias de los servicios secretos.

Este caso ha salido a la luz en medio de la polémica por otro plan del Gobierno relativo a la lucha antiterrorista, que pretende que el servicio de escuchas secreto de Cheltenham (oeste de Inglaterra) tenga acceso a las llamadas, correos electrónicos y mensajes de texto de cada uno de los ciudadanos de este país.

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