Yakarta, 9 jul.- El Ministerio de Energía y Recursos Minerales de Indonesia concedió el permiso para reabrir la mina la isla de Papúa en la que murieron 28 trabajadores en mayo pasado tras concluir hoy la investigación sobre el accidente.
La compañía estadounidense Freeport ya había reanudado las actividades en la superficie de Grasberg, el mayor yacimiento de oro del mundo, pero la explotación subterránea estaba paralizada por orden de las autoridades hasta que terminasen las investigaciones.
"Habida cuenta de todo lo que se ha llevado a cabo, y de la presión de la comunidad y del gobierno local, hemos decidido que (la mina) es segura", declaró el viceministro Susilo Siswoutomo.
Añadió que la "decisión se ha basado en los resultados de la investigación de un equipo independiente formado por el Ministerio, la Policía e inspectores de minas".
El accidente se produjo el pasado 14 de mayo, al hundirse un túnel subterráneo de la galería en la que 38 mineros recibían un curso de adiestramiento sobre medidas de seguridad.
En el suceso perecieron 28 trabajadores, mientras que otros 10 fueron rescatados con vida.
El túnel en el que se encontraban los empleados conducía al depósito de Big Gossan, parte del complejo de la mina Grasberg, considerada una de las mayores explotaciones de oro y cobre del mundo y en la que trabajan más de 20.000 personas.
A raíz de este incidente, el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, instó a los organismos estatales a llevar a cabo inspecciones en todas las minas del país a fin de comprobar si cumplen la normativa en materia de seguridad.
El consejero delegado de Freeport Indonesia, Rozik Soetjipto explicó que la firma producirá un 20 por ciento menos de lo estimado este año a causa del cierre forzoso.
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