El Gobierno ve "intachable" la relación con Obama en su mitad de mandato

Madrid.- El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero considera que las relaciones con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, son "intachables" y atraviesan "el mejor momento de los últimos años" cuando se cumplen dos años desde su llegada a la Casa Blanca.

Colaboración constante y fluidez en la comunicación son las notas con las que el Ejecutivo describe las relaciones bilaterales con la Administración de Obama al llegar al ecuador de su mandato, han señalado a Efe fuentes del Ejecutivo.

Atrás han quedado las discrepancias públicas con el anterior presidente de EEUU, George W.Bush, y su equipo, y desde La Moncloa se subrayan los permanentes contactos políticos que mantienen el Gobierno socialista y la Casa Blanca.

También destacan la buena marcha de los intercambios comerciales y el apoyo mutuo en la esfera internacional, con una apuesta conjunta por la acción multilateral.

Aunque Obama canceló su asistencia a la cumbre UE-EEUU que España pretendía organizar durante su presidencia europea en el primer semestre del pasado año y no hay perspectiva de cuándo podría hacer su primera visita, el Gobierno se muestra satisfecho con la interlocución que ha habido durante estos dos años.

Tras la falta de diálogo entre Bush y Zapatero por la retirada de las tropas de Irak en 2004, Zapatero fue recibido en la Casa Blanca por Obama en octubre de 2009.

En mayo de ese año habían mantenido su primera entrevista en Praga y hace un año compartieron el tradicional "desayuno de oración" en Washington.

En otras ocasiones, ambos presidentes han charlado de manera informal al coincidir en foros del G-20 (Pittsburgh, Toronto y Seúl), de la Alianza de Civilizaciones (Estambul) y en la conferencia de seguridad nuclear (Washington).

Por teléfono, hablaron el 11 de mayo del pasado año, un día antes de que Zapatero anunciara en el Congreso duros recortes sociales contra el déficit, y un mes después, cuando Obama le dio su apoyo a estas medidas.

La visita de mayor nivel por parte estadounidense fue la del vicepresidente, Joe Biden, en mayo de 2010.

Biden visitó la base militar de Torrejón de Ardoz (Madrid) para agradecer la participación de las tropas españolas en Afganistán.

Hillary Clinton tampoco ha estado en España, aunque ha mantenido una estrecha colaboración con Trinidad Jiménez, con quien se reunió en la última cumbre de la OTAN celebrada en Lisboa y a la que recibirá la próxima semana. Su antecesor, Miguel Ángel Moratinos, estuvo en Washington en tres ocasiones.

Moratinos acompañó también al Rey en febrero del pasado año en la primera visita de Don Juan Carlos a la Casa Blanca desde que se vio con Bush en 2001.

A estos viajes se unen otros como la de la ministra de Defensa, Carme Chacón, o las realizadas a Madrid por parte de la secretaria estadounidense de Seguridad Interior, Janet Napolitano, y del responsable de Justicia y fiscal general, Eric Holder.

A la espera de Obama, también estuvo en España su esposa, Michelle, y su hija Sasha, quienes disfrutaron de unos días de vacaciones el pasado mes de agosto en Marbella (Málaga).

La relación bilateral en estos dos años deja algunos episodios controvertidos, como la difusión por la web Wikileaks de cables de la Embajada de EEUU en España fechados entre 2005 y 2009 que, según el Gobierno, no han afectado a la amistad entre ambos países.

En estos documentos, en su mayoría firmados por Eduardo Aguirre, embajador en la etapa de Bush, se señala que EEUU presionó al Gobierno español para frenar causas judiciales abiertas en España contra políticos y militares estadounidense presuntamente involucrados en la muerte en Irak del cámara José Couso, torturas en Guantánamo o sobre los vuelos de la CIA.

La 'Obamanía' generada con el relevo en la Casa Blanca ha perdido fuerza entre los españoles, aunque el mandatario estadounidense sigue teniendo una notable valoración, como se recoge en los sondeos cuatrimestrales del Real Instituto Elcano.

Desde su elección, ha sido el líder internacional con mejor imagen, llegando a una nota del 7,1 en abril de 2009, pero en el último sondeo, publicado hace un mes, obtuvo un 5,8 y fue desbancado por la canciller alemana, Angela Merkel, con una décima más.