¿Han vulnerado la ley? A tenor de cómo han sido recibidos parecería que no, aunque la respuesta es sí.¿Victimismo o error político?¿Se debió evitar antes la puesta en marcha del 9N para no tener ahora que lidiar todo en los tribunales? Son las preguntas que ahora se hacen en los corrillos políticos. La realidad es que los acusados de saltarse la ley el 9N han sido recibidos como héroes. Mala cosa cuando los que no cumplen la ley son los que se llevan los aplausos. Algo pasa.
Consellers del Govern, miembros de Junts pel sí y la CUP, entidades y cientos de personas habían arropado a la consellera de Enseñanza, Irene Rigau y a la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, a su llegada al Palau de Justicia para declarar como imputadas ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
Entraron a los juzgados al grito de Els Segador
Pasadas las 9.30 horas, Rigau ha llegado al edificio acompañada por sus abogados, entre ellos Miquel Roca, la vicepresidenta, Neus Munté, y el resto de consellers, sin el presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas. Tras ellos, han entrado políticos de las candidaturas y entidades soberanistas.
Ante las puertas del tribunal se concentraban medio millar de personas. Con banderas independentistas, han recibido a los políticos con gritos como 'Poner las urnas no es delito', cánticos de independencia, y han entonado Els Segador -himno catalán.
Idéntica escena se ha repetido ya por la tarde, en la comparencia de Ortega. La lluvia enfrió la asistencia-fueron unas 200 personas- pero la vicepresidenta ha recibido también el apoyo de varios miembros del Govern, entre ellos la actual vicepresidenta, Neus Munté, y el resto de consellers, además de miembros de entidades y partidos independentistas, como los diputados electos de JxSí Raül Romeva, Carme Forcadell, Lluís Llach y Eduardo Reyes, Jordi Sànchez (ANC).
Por parte de Unió, partido de la exvicepresidenta, han asistido el que fue candidato a la Presidencia de la Generalitat el 27S y secretario general del partido, Ramon Espadaler. El líder del partido,Josep Antoni Duran, que forma parte del equipo de abogados que se encargan de la defensa de la exvicepresidenta, pero no ha acudido a la comparecencia.Ambas afirman tener la "conciencia tranquila"
La consellera de Enseñanza de la Generalitat,Irene Rigau, ha asegurado que tiene la "conciencia tranquila" por haber organizado el proceso participativo del 9-N, y ha defendido que no hizo nada negativo, sino que solo cumplió un mandato del Parlament."No desobedecí ninguna autoridad porque presentamos recurso al Tribunal Constitucional y no recibimos respuesta", ha apostillado, en declaraciones a los periodistas tras declarar como imputada.
La consellera se ha negado a responder a las preguntas de Fiscalía por, en su consideración, haber "cambiado" de criterio respecto al 9N, ya que primero no apreció ningún delito pero luego sí lo apreció.
Rigau ha negado que diese orden a los directores de institutos para abrir los centros. "Simplemente les informamos de que los centros podían ser utilizados par la consulta y que el funcionamiento iría a cargo de los voluntarios", ha expuesto. Al mismo tiempo, se ha mostrado sorprendida por las acusaciones de un "delito de enriquecimiento". "Ni yo ni ningún miembro del Govern nos enriquecimos", ha rechazado.
La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, ha afirmado también no tener"ninguna consciencia de haber desobedecido alTribunal Constitucionalni de haber dictado ninguna resolución injusta ni de haber cometido ninguna irregularidad económica".
Ortega, que ha declarado por espacio de poco más de una hora, se ha negado, como Rigau, a responder a preguntas de Fiscalía. En declaraciones a los periodistas, ha asegurado que pese a que asume "toda la responsabilidad" en sus actos personales y de sus subordinados, tiene la "conciencia tranquila".
"El Gobierno del Estado no hizo nada para pactar esta voluntad democrática y tampoco se hizo nada para pararlo", ha apostillado. Ortega ha defendido, además, que desde el Gobierno central se menospreció el 9-N. "Se dijo que no era ni una consulta ni nada y que no tenía ninguna validez jurídica", ha subrayado, al tiempo que ha considerado que no se presentó querella "hasta que se vio la magnitud del proceso, con 2'3 millones de personas".Marta Rovira, de ERC, se siente imputada
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha afirmado este martes sentirse también imputada por la consulta participativa del 9 de noviembre: "Mientras continúen imputando las urnas, el 9N y la voluntad democrática de los catalanes, nos sentimos todos claramente imputados".
En declaraciones a los medios a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, ha pedido dar apoyo a la consellera de Enseñanza, Irene Rigau -que ha asistido a declarar por la consulta del 9N-, al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y a la exvicepresidenta Joana Ortega: "Hoy toca dar apoyo a las personas que en nombre de todos hicieron el acto de preservar el derecho a decidir y la democracia". Rovira ha asegurado que "en un Estado democrático y de derecho las urnas nunca pasan por un juzgado.
Por la noche miles de personas se concentraron en la céntrica plaza barcelonesa de Sant Jaume para expresar su apoyo a los miembros del Govern imputados, a la espera de que declare el presidente catalán Artur Mas este jueves. Entre las imágenes del día, cabe destacar la pancarta con un inequívoco lema de 'Desobediencia' y los gritos de "independencia", que contrastaban con la pluralidad de acentos favorables al derecho a decidir presentes en el escenario. Allí fue la alcaldesa Ada Colau la que leyó un manifiesto contra las querellas por el 9-N.
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