El intelectual chino Ilham Tohti, acusado de separatismo, será juzgado mañana

  • El juicio por separatismo contra el académico e intelectual uigur Ilham Tohti comienza mañana en Urumqi, la capital de la región china de Xinjiang, entre denuncias sobre su grave estado de salud y el trato que está recibiendo.

Pekín, 16 sep.- El juicio por separatismo contra el académico e intelectual uigur Ilham Tohti comienza mañana en Urumqi, la capital de la región china de Xinjiang, entre denuncias sobre su grave estado de salud y el trato que está recibiendo.

El juicio podría durar "uno o dos días", según dijo hoy a Efe por teléfono desde Urumqi uno de sus abogados, Liu Xiaoyuan, quien no se atrevió aún a hablar de lo que ocurrirá mañana ya que consideró que "es pronto para aventurarse".

"Veremos cómo van las cosas", señaló Liu, quien confirmó que tanto él como el otro letrado de la defensa, Li Fangping, han podido ver al acusado varias veces estos últimos días para preparar el juicio.

En la última visita, a cargo de Li, Tohti tenía "un poco de gripe, aunque estaba bien de ánimo", según añadió el abogado, quien denunció hace unas semanas que el intelectual se encuentra esposado de pies y manos desde agosto, debido a un supuesto enfrentamiento que "nunca" ocurrió entre compañeros de celda.

En agosto pasado, la organización Chinese Human Rights Defenders (CHRD) incluía a Tohti en su lista de "presos con necesidad urgente de recibir atención médica", aludiendo a que sufre una enfermedad de corazón, faringitis y una infección de próstata.

Tohti, profesor de la Universidad Minzu, en Pekín, especializada en estudios sobre minorías, fue detenido en enero pasado y fue oficialmente acusado de separatismo el 31 de julio.

La acusación establece que Tohti, junto con otras ocho personas, integraba un grupo separatista, un delito que en caso de veredicto de culpabilidad puede acarrear desde diez años de prisión hasta la pena de muerte.

Organizaciones de derechos humanos han augurado que el tribunal le declarará culpable y han alertado de que el proceso no será "justo".

"El juicio tendrá la parafernalia de un procedimiento judicial, pero su único objetivo es la represión política", señaló a Efe Maya Wang, investigadora de Human Rights Watch en China.

Para esta experta en asuntos de derechos humanos, el juicio de Tohti "profundizará el sentimiento de frustración entre los uigures de que sus quejas, aunque sean expresadas de manera moderada (como hacía Tohti), nunca van a ser escuchadas".

Diplomáticos de la Unión Europea y de otros países, como Estados Unidos, se han desplazado hasta la capital de Xinjiang para asistir al juicio que, en principio, es abierto al público si bien en la mayoría de procesos de este tipo ninguno de ellos ha conseguido acceder a la sala donde se ha celebrado.

El embajador de la UE en China, Hans-Dietmar Schweisgut, dijo hoy en rueda de prensa que tenía la intención de enviar a alguien al proceso, aunque un diplomático comunitario ya se encuentra en Urumqi con ese objetivo.

Preguntado sobre si estos representantes podrán asistir al proceso contra Tohti, el portavoz del Ministerio chino de Exteriores Hong Lei se limitó a señalar hoy en rueda de prensa que "el juicio se llevará a cabo de acuerdo con la ley china", e invitó a aclarar las dudas sobre el proceso con las "autoridades competentes".

Tohti es una de las principales voces defensoras de la comunidad uigur en China y un crítico moderado con las políticas del Gobierno en la conflictiva región de Xinjiang, donde cohabitan chinos han -la etnia mayoritaria en el país- y comunidades minoritarias como la uigur, aunque también hay kazajos, tayikos o kirguises.

El juicio contra Tohti se produce en una situación delicada para la comunidad uigur en China, después de que los incidentes violentos en Xinjiang se hayan multiplicado y expandido a otras zonas, y de que el régimen comunista los haya atribuido a terroristas uigures con lazos con grupos yihadistas que buscan crear un estado independiente en esa región.

Los uigures son un pueblo musulmán de etnia turcomana, y grupos en el exilio como el Congreso Americano Uigur argumentan que las autoridades comunistas reprimen desde hace años su cultura y religión y que ésa es la principal fuente de las disputas.

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