El jefe de Diputados de Brasil en la cuerda floja

  • El jefe de la Cámara de Diputados de Brasil, archienemigo de la presidenta Dilma Rousseff, quedó el martes bajo fuego cruzado luego de que la policía allanó sus domicilios y oficinas y el Congreso abrió una investigación en su contra que amenaza su mandato.

Acusado por la fiscalía de recibir sobornos millonarios en el marco del megafraude a la petrolera estatal Petrobras, Cunha también será investigado ahora por el Consejo de Ética del Congreso por ocultar a sus colegas cuentas en Suiza.

La policía realizó los allanamientos este martes para "evitar que pruebas importantes sean destruidas". En la casa de Cunha en Brasilia se llevaron su computadora y hasta su teléfono celular.

También fueron allanados su domicilio y su oficina en Rio de Janeiro, y hubo búsquedas en la Cámara de Diputados y en las residencias de al menos dos legisladores y de los ministros de Turismo y de Ciencia y Tecnología, del mismo partido político de Cunha, el PMDB (centro), que integra la coalición de gobierno.

Cunha, considerado un político astuto y hasta maquiavélico, afirma su inocencia.

"Mi conciencia está tranquila, soy absolutamente inocente. El PMDB tiene que decidir lo más rápido que pueda salirse de este gobierno", dijo a periodistas.

Rousseff afirmó en un comunicado que "espera que todos los hechos investigados (...) que involucran a ministros de Estado y otras autoridades sean esclarecidos lo más rápidamente posible, y que se establezca la verdad".

Cunha, un poderoso legislador evangélico que le ha declarado la guerra al gobierno, aceptó el 2 de diciembre un pedido de destitución contra Rousseff por maquillaje de las cuentas públicas horas después de enterarse de que tres legisladores del gobernante Partido de los Trabajadores votarían en su contra en el Consejo de Etica.

Pero el jefe de Diputados se queja de que la investigación en su contra es producto de una revancha del gobierno, que quiere frenar el impeachment.

"No tengo ningún problema con la operación de búsqueda, de entregar documentos, verificar, no tengo absolutamente nada que reclamar. Lo extraño es el contexto, el día y los objetivos", dijo Cunha.

"Yo fui escogido para ser investigado. Yo soy un desafecto al gobierno, todos saben, me torné más desafecto todavía cuando di curso al proceso de impeachment. Nada más natural que ellos vayan a buscar su revanchismo", añadió.

La Corte Suprema se pronunciará este miércoles sobre la validez del procedimiento de impeachment contra Rousseff, que cuenta con una popularidad de apenas 9% en medio de una fuerte recesión económica.

Rousseff considera improcedente el impeachment y dice que es blanco de un "golpe".

El polémico jefe de Diputados fue acusado por la fiscalía en agosto de haber cobrado sobornos por al menos cinco millones de dólares en el marco de la red de corrupción que defraudaba a Petrobras.

Las autoridades investigan asimismo si guardó dinero de origen sospechoso en cuentas bancarias en Suiza que no declaró y cuya existencia ya fue confirmada por el banco suizo donde hizo los depósitos.

El Consejo de Ética de la Cámara baja decidió este martes abrir una investigación para descubrir si Cunha violó el Código de Ética de la institución al asegurar a sus pares que no tenía ninguna cuenta no declarada al fisco en el exterior.

Cunha tendrá 10 días para defenderse por escrito ante el Consejo de Ética, que al cabo de tres meses emitirá una recomendación. El plenario de la Cámara baja puede luego poner fin a su mandato.

Cunha es miembro del centrista PMDB, un partido que se ha aliado con todos los gobiernos desde 1989, tras las primeras elecciones directas post dictadura, y que es la mayor fuerza electoral de Brasil. El partido sigue aliado al gobierno, pero no así Cunha y una porción de políticos fieles a él, que se alejaron de la coalición e impulsan una agenda contraria al gobierno.

Aumentar las restricciones a los abortos en caso de violación y reducir la edad penal a 16 años son algunas de las propuestas legislativas impulsadas por el ultraconservador Cunha, repudiado por movimientos feministas y de izquierda que han celebrado varias protestas al grito de "¡Fuera Cunha!".

Legisladores del PT y otros partidos de izquierda como el PSOL y Rede de Marina Silva exigieron este martes a la Corte Suprema el alejamiento inmediato de Cunha de la presidencia de la Cámara baja porque "agrede de manera continua la Constitución federal, hiriendo los principios de legalidad, impersonalidad, moralidad y eficiencia".

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