El jefe de la organización atómica iraní descarta discutir ahora su agenda

  • Londres.- Ali-Akbar Salehi, jefe de la Organización de la Energía Atómica Iraní, ha descartado que Teherán vaya a aceptar discutir su agenda nuclear en las próximas conversaciones con las principales potencias.

El éxito de la negociación dependerá de la actitud de Occidente, según el responsable de seguridad iraní
El éxito de la negociación dependerá de la actitud de Occidente, según el responsable de seguridad iraní

Londres.- Ali-Akbar Salehi, jefe de la Organización de la Energía Atómica Iraní, ha descartado que Teherán vaya a aceptar discutir su agenda nuclear en las próximas conversaciones con las principales potencias.

En declaraciones al Financial Times, entre otros medios, Salehi reveló, por otro lado, que la segunda planta nuclear iraní fue construida inicialmente por los Guardianes de la Revolución iraníes como depósito de municiones.

"Jamás entraremos en ningún chalaneo en lo que respecta a nuestros derechos de país soberano", dijo Salehi, refiriéndose a las conversaciones que comienzan mañana en Ginebra con EEUU, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China y Alemania como única potencia no nuclear.

"Si tenemos derecho a enriquecer el uranio...a convertir el uranio..a fabricar combustible....a diseñar y fabricar reactores, lo haremos y no vamos a congelarlos", aseguró el alto funcionario iraní.

Salehi dijo que Irán defiende "la integridad" del Tratado de No Proliferación Nuclear y que no aceptará la propuesta de esas seis potencias de suspender las sanciones internacionales a cambio de que Irán congele todas sus actividades nucleares.

"Dicen que la única garantía que (Irán) puede ofrecerles es la suspensión de todas sus actividades y tecnologías nucleares, pero eso es una total tontería", agregó.

Salehi añadió que en las conversaciones de Ginebra no aceptará discutir sobre la segunda planta nuclear, de la que Teherán no informó al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OEIA) hasta la pasada semana.

Pero se permitirá, añadió, a inspectores internacionales que visiten esa planta de enriquecimiento de uranio "en un futuro no demasiado distante", lo que podría ocurrir en "cuestión de meses".

Precisó además que la inspección que se realizase, y el acceso al personal y los documentos relevantes, tendrían que atenerse a las antiguas reglas del Tratado de No Proliferación, que permite sólo un acceso limitado al OIEA.

Según Alehi, esa segunda planta de enriquecimiento de uranio, situada a 100 kilómetros al sur de Teherán, está colindante con un complejo de los Guardianes de la Revolución, pero no "tiene nada que ver actualmente" con ese cuerpo militar.

Salehi no aclaró cuándo comenzó la construcción de esa planta, pero explicó que la Organización de la Energía Atómica Iraní se encargó de la misma hace un año como parte de un plan de "contingencia" para proteger su programa nuclear.

"Se eligió ese lugar porque se pensó que era el más adecuado para defenderlo de un eventual ataque aéreo ....lo que reduciría además el costo de su defensa activa", señaló.

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