El jefe de la Policía en Euskadi dice que la paz la verificará la sociedad

San Sebastián, 14 feb.- El jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía en el País Vasco, Fernando Amo, ha asegurado hoy en San Sebastián que corresponderá a la sociedad vasca la "verificación de la paz" y a las fuerzas de seguridad, y no a ETA, "garantizarla".

Amo ha hecho esta reflexión durante el acto de toma de posesión del nuevo comisario del Cuerpo Nacional de Policía en Guipúzcoa, Fernando Sainz Merino, que ha estado presidido por el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo.

El responsable policial en Euskadi ha destacado que España se encuentra "en el punto de partida de un camino" que ha augurado "difícil" pero que "con pasos firmes y seguros" alcanzará el final deseado, "que es la paz".

"Esa paz que no van a verificarla otras personas que no sean la ciudadanía vasca y española, porque han sido las principales víctimas de las consecuencias de los actos de la banda terrorista", ha sostenido.

Garantizar esa paz constituye una tarea que "no se puede dejar en manos de una banda de criminales", sino que, por mandato de la Constitución, corresponde al Gobierno a través de las fuerzas de seguridad del Estado, ha sostenido Amo, quien ha tenido también un recuerdo a las víctimas del terrorismo.

Sainz Merino, quien estuvo destinado en San Sebastián entre 1996 y 1999, ha subrayado en su discurso que España está "rozando la esperada puerta hacia una paz que ha sido trasgredida durante tantos años", aunque ha advertido de que "del dicho al hecho hay un gran trecho".

Por este motivo, ha apostado por no "minorar" el trabajo policial contra el terrorismo y ha reclamado esfuerzo para "lograr que la sinrazón finalice y los ciudadanos de toda España y especialmente los de este territorio puedan vivir en paz y alejados de todo odio y de todo rencor".

También ha alertado de la amenaza del terrorismo internacional, que debe ser un "objetivo prioritario de la investigación policial, huyendo del conocido estereotipo terrorismo-religión y diferenciando los comportamientos violentos de aquellos que sólo comportan una fe y una doctrina que es compatible con cualquier sociedad democrática".