El jefe militar de Tailandia descarta un golpe para acabar con las protestas

  • El jefe de la Fuerzas Armadas de Tailandia, Thanasak Patimaprakorn, descartó hoy un golpe militar, mientras que el líder de las protestas recorría la misma zona de Bangkok en la que se produjo el atentado de viernes con una granada que mató a uno de sus seguidores.

Bangkok, 18 ene.- El jefe de la Fuerzas Armadas de Tailandia, Thanasak Patimaprakorn, descartó hoy un golpe militar, mientras que el líder de las protestas recorría la misma zona de Bangkok en la que se produjo el atentado de viernes con una granada que mató a uno de sus seguidores.

Thanasak manifestó a un medio tailandés que los rumores de asonada carecen de fundamento y opinó que la situación actual, tras meses de manifestaciones antigubernamentales, no es crítica y no se necesita recurrir a legislaciones especiales, como el estado de excepción.

El militar señaló que los canales con la Policía están abiertos y mantienen buenas relaciones.

El jefe del Ejército de Tailandia, Prayudh Chand-ocha, dejó abierta la puerta a un golpe el 27 de diciembre pasado, al día siguiente de los violentos enfrentamientos entre cuerpos de seguridad y manifestantes que acabaron con dos muertos.

Mientras el jefe de las Fuerzas Armadas tranquilizaba a la población, el líder de las protestas eligió hoy para marchar la misma zona de Bangkok del atentado explosivo de la víspera que causó la muerte a un manifestante e hirió a 35 personas, según el grupo de comunicación estatal MCOT.

Suthep, viceprimer ministro del Partido Demócrata entre 2008 y 2011, insistió en que ni sus seguidores ni él temen morir y responsabilizó al Gobierno de la primera ministra interina, Yingluck Shinawatra, del ataque por no haber sabido proteger una manifestación pacífica.

El opositor partió con su comitiva del casco viejo de la capital, cruzó el puente de Hua Chang en dirección Ratchathewi y desembocó a través de Nueva Petchabuir en la calle Banthat Thong, la misma donde ayer lanzaron una granada desde el tercer piso de un edificio vacío antes de que pasase.

Otros manifestantes decidieron protestar hoy ante la sede de la Policía Nacional e irrumpieron en el patio del recinto sin encontrar resistencia.

Las protestas, que empezaron en octubre y cobraron fuerza a finales de noviembre con la ocupación de ministerios, iniciaron el 13 de enero un nuevo plan para paralizar Bangkok con manifestaciones en puntos neurálgicos de la capital.

Según el diario The Nation, esta campaña le cuesta a Suthep al menos 10 millones de bat (305.000 dólares o 225.000 euros) diarios, el doble que cuando mantenía el campamento base en el Monumento a la Democracia y de allí partían para ocupar ministerios.

Suthep está determinado a desbaratar las elecciones generales convocadas para el 2 de febrero próximo porque, en su opinión, volverán a ganar quienes ahora gobierna y nada habrá cambiado.

El opositor demanda que se cree un consejo popular no electo, de 400 miembros, que en doce o quince meses reforme el sistema político y después, una vez saneada la administración, convoque elecciones.

El Ejecutivo tailandés, y gobiernos de más de 50 países, han expresado su confianza en que los comicios del 2 de febrero permitirán a Tailandia remontar la crisis.

Yingluck insistió hoy en este punto, al tiempo que condenó la violencia del viernes y ordenó a la Policía detener y juzgar a los culpables.

La mandataria, hermana del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, aseguró que su Gobierno no tiene nada que ver con el atentado del viernes y desmintió quieran crear un clima de violencia, como afirman los manifestantes antigubernamentales.

Nueve personas han muerto y casi 500 han resultado heridas desde el 30 de noviembre por las protestas.

Desde que empezó la campaña para paralizar Bangkok, se han producido ataques violentos a diario, casi todos durante la noche.

Esta madrugada, un artefacto explosivo estalló en la vía férrea que conecta la capital con el sur sin causar víctimas y el servicio estuvo cortado durante varias horas.

Según expertos en seguridad, un grupo de gente entrenada y con recursos es el responsable de esta violencia contra los manifestantes.

Satit Wongnongtaey, unos de los cabecilla del Comité Popular de Reforma Democrática, la plataforma que reúne a los distintos grupos antigubernamentales, culpa a cierta banda armada llamada Kalamae.

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