El juez dicta otra orden de alejamiento contra el imán de Cunit

El Vendrell (Tarragona).- El juzgado de instrucción número 1 de El Vendrell ha dictado una segunda orden de alejamiento contra el imán de Cunit, su esposa, su hija y el presidente de la Asociación Islámica, acusados de coaccionar, calumniar y amenazar a la mediadora cultural de la localidad, de origen marroquí.

La orden de alejamiento prohíbe al imán de Cunit, Mohamed B., a su esposa, Zohra A.A., a la hija del matrimonio, Hafssa Ben B., y al presidente de la Asociación Islámica, Abderramán El O., acercarse a menos de 300 metros de la mediadora, Fátima G.G., y a los hijos de ésta, señala el auto, al que ha tenido acceso Efe.

También les prohíbe acercarse a su domicilio, lugar de trabajo o que frecuente habitualmente a menos de 300 metros, así como comunicarse con la denunciante ya sea por vía telefónica o de cualquier otra forma.

Establece, asimismo, que si los imputados, por la actividad que desarrollan, tienen "necesidad imperiosa y no delegable en tercero" de acudir a dependencias municipales, deberán comunicarlo previamente al Ayuntamiento de Cunit, a los efectos de que los responsables del consistorio "tomen las medidas necesarias para que Fátima no permanezca en las dependencias municipales mientras dure la visita".

Asimismo, contempla la posibilidad de que el ayuntamiento "pueda citar a los imputados en otras dependencias donde no se encuentre Fátima", a los efectos de realizar los trámites necesarios.

La medida cautelar, que tendrá vigencia hasta que sea sustituida por otra resolución y, en todo caso, no más allá de seis meses sin que sea prorrogada, establece que la Policía Local de Cunit y los Mossos d'Esquadra "adopten las medidas necesarias de protección de la denunciante si fueran necesarias".

En la denuncia que presentó el 19 de diciembre de 2008, Fátima G.G. relataba que trabajaba como mediadora cultural en el Ayuntamiento de Cunit y que, como consecuencia de dicho empleo, que desempeña desde julio de 2007, empezaron los problemas con el imán de Cunit y con el presidente de la Asociación Islámica.

La intención de ambos, así como de la mujer e hija del imán, era que "dejase su puesto de trabajo", considerando que el hecho de vestir de forma occidental -sin el velo islámico-, que ella y sus hijos se relacionasen con españoles no musulmanes y que "estuviera al margen" de la comunidad islámica "la hacían merecedora del reproche de ésta.

La denunciante explicaba cómo, tanto el imán como el presidente de la asociación, habían llegado a decir a su marido que "no era mujer para él, y que le ofrecían poder casarse con otra", mientras que sus hijos habían sufrido amenazas de otros niños de la comunidad islámica, que "los excluían por jugar con niños españoles no musulmanes".

El imán, junto a su mujer e hija, han llegado a recoger firmas entre la comunidad islámica en contra de la víctima, a quien han llegado a acusar de falsificar informes de arraigo social y de intervenir para que denegaran ayudas sociales a musulmanes.