El mono tití león dorado, candidato a medallas de oro en Rio-2016

  • Russell Mittermeier no tiene dudas de que las medallas de oro de los Juegos Olímpicos del 2016 deben llevar estampada la figura del magnífico mono tití león dorado, que solo se encuentra en Rio de Janeiro.

Y para probar su punto sobre la representatividad en el imaginario brasileño del Leontopithecus Rosalia, que mide unos 35 centímetros y pesa menos de un kilo, el científico estadounidense sacó un billete de 20 reales y señaló las imágenes del pequeño primate impresas en el reverso.

"Pensamos que lo más obvio es que el tití león esté en la medalla de oro justamente porque es un animal dorado, que solo existe en el estado de Rio, que es muy conocido y que está en los billetes. Es como el panda gigante de China. Un animal simbólico de Brasil", dijo.

"Brasil tiene mucho amor por los animales y como país número uno en biodiversidad del mundo, es ideal", añadió en una charla con la AFP durante un congreso en Curitiba, sur de Brasil.

Mittermeier sabe lo que dice cuando habla de marketing conservacionista.

Parte de su tarea actual es acercar celebridades a la causa del medio ambiente. Y la lista es larga: Harrison Ford, Julia Roberts, David Beckham o la nueva generación de la familia real británica aparecen junto a este "Héroe del Planeta", como lo distinguió la publicación Time, en programas de TV, proyectos de preservación y publicaciones.

Este primatólogo de larga relación con Brasil presentó su idea ante más de mil ambientalistas y la acompañó proyectando una imagen gigantesca de un tití dorado apareciendo detrás del morro Pao de Açúcar, una de las postales más reconocidas de la ciudad del carnaval.

Su propuesta fue ovacionada. No fue la primera vez que el actual vicepresidente de Conservation International -una de las mayores entidades naturalistas del mundo- intentó llevar su pasión por los primates a los Juegos Olímpicos. Pero su campaña anterior para que otra especie de mono fuera la mascota del evento fracasó.

"Casi me había rendido (...) Y pensé: ¿por qué no lanzar una idea en el congreso? Pero en vez de hablar solamente, llamé a un artista que trabaja conmigo en Nueva York y le pedí que hiciera un diseño a toda velocidad".

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