El núcleo interno de la Tierra, formado por hierro sólido, tiene entre 1.000 y 1.500 años. Así lo asegura un estudio de la universidad de Liverpool del que se ha hecho eco Europa Press y que ha llegado a esta conclusión gracias al estudio de diferentes rocas ígneas en las que encontraron un fuerte aumento de las fuerzas magnéticas existentes en la Tierra durante ese espacio de tiempo.
La fecha del estudio permite situar en el tiempo el momento en el que el núcleo de la Tierra se solidificó y comenzó a congelarse debido a la bajada de temperatura que experimentó el núcleo externo. Andy Biggin, autor principal del estudio, ha explicado las consecuencias del hallazgo: "Nos permite comprender cómo se genera el campo electromagnético de la Tierra, que nos protege de la radiación del sol y nos ayuda a navegar".
El núcleo interno de la Tierra se expande a razón de un milímetro por año, "lo que afecta nuestra comprensión del campo magnético". Según Biggin, el estudio ha permitido comprender que el ritmo de enfriamiento del núcleo interno es el más lento de los últimos 4.500 millones de años lo que implica que el campo electromagnético se mantendrá estable "durante los próximos 1.000 millones de años o más". Y lo hará gracias al movimiento de hierro líquido, fundido, que se produce en el núcleo externo.
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