El nuevo Gobierno de Australia se centrará en la fortaleza económica

  • Los miembros del nuevo Gobierno australiano juraron hoy su cargos con la misión principal de mantener la fortaleza económica del país, cuando quedan menos de tres meses para las elecciones generales.

Sídney (Australia), 1 jul.- Los miembros del nuevo Gobierno australiano juraron hoy su cargos con la misión principal de mantener la fortaleza económica del país, cuando quedan menos de tres meses para las elecciones generales.

El nuevo primer ministro, Kevin Rudd, manifestó que buscará diversificar la economía, dar un impulso al sector manufacturero y la productividad, y trabajar al mismo tiempo con los empresarios y sindicatos para velar por los puestos de trabajo, el crecimiento y la calidad de vida, según la emisora de radio ABC.

El político, que recuperó el liderazgo del Partido Laborista la semana pasada al desbancar a la ex primera ministra Julia Gillard en una votación interna, calificó su Gabinete de "fuerte equipo económico muy competente y capacitado".

"Yo soy una persona que cree en el mérito. Cuando nos encontramos con una persona de mérito, bien sea mujer u hombre, debe ser promocionado", señaló Rudd.

El nuevo Ejecutivo cuenta con once mujeres, de ellas seis son caras nuevas.

"Estoy complacido de que nuestro Gabinete tenga el mayor número de mujeres en la historia australiana", destacó el mandatario.

"Es gente respetada no solo por sus colegas parlamentarios, sino por los sectores de la comunidad de los que provienen", añadió Rudd.

El líder de la coalición conservadora formada por los partido Liberal y Nacional, Tony Abbott, descalificó la composición del nuevo Gobierno y opinó que "no es ni siquiera un equipo B, es un equipo C".

La gobernadora general de Australia, Quentin Bryce, tomó juramento a los ministros en una ceremonia oficial en Canberra.

Chris Bowen, una de las claves para el retorno de Rudd al liderazgo del laborismo, es el nuevo responsable del Tesoro y sustituye a Wayne Swan.

Joel Fitzgibbon y Kim Carr regresan a la primera línea política al frente de los ministerios de Agricultura y de Industria y Ciencia, respectivamente.

Los aliados cercanos de Gillard, como Swan, han facilitado la transición en el laborismo australiano en los últimos días con la presentación de sus dimisiones.

Así, Simon Crean anunció hoy el final a una carrera de 23 años en el Parlamento federal y su nombre se une a una larga lista de personas que hasta hace poco gobernaban, como Stephen Smith, Craig Emerson, Peter Garrett o Greg Combet.

El mercado bursátil cerró este lunes con un retroceso del 1,92 %, pese a la presentación triunfalista de Rudd.

El mundo empresarial tiene presente el impuesto extraordinario con el que Rudd quiso gravar al sector minero y que precipitó su sustitución por Gillard en 2010, en otra votación interna del Partido Laborista.

Rudd ha tardado tres años en devolverle la jugada a Gillard y dispone solo de unos meses para darle la vuelta a los sondeos de intención de voto de cara a las elecciones convocadas para mediados de septiembre, si es que no se adelantan.

Una encuesta publicada por Newspoll hoy predice que el Partido Laborista obtendría el 35 % de los votos, lo que supone un aumento de 6 puntos desde el encumbramiento de Rudd.

El laborismo, según este dato, se acerca al 43 % de la coalición conservadora liderada por Abbott.

En las elecciones de 2010, laboristas y conservadores acabaron con 72 escaños cada uno, y Gillard formó Gobierno al obtener el apoyo del único diputado Verde y de la mayoría de los cinco independientes, en un Parlamento federal de 150 asientos.

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