Teherán, 5 jun.- El Parlamento iraní confirmó hoy la reelección como presidente de Alí Lariyaní, destacado miembro del ala conservadora o "principalista" y hombre cercano al líder supremo de la Revolución, ayatolá Alí Jameneí.
Según la agencia estudiantil de noticias Isna, de los 270 diputados presentes en la sala (de los 290 que componen la Cámara), 177 votaron a favor de Lariyaní, mientras que 89 optaron por el otro candidato, Gholam Alí Hadad Adel, y cuatro se abstuvieron.
El derrotado es consuegro de Jameneí y también muy próximo al líder, aunque con posturas menos hostiles al Gobierno que encabeza el presidente, Mahmud Ahmadineyad.
La Cámara también eligió este martes a la Junta Directiva de la Novena Legislatura del Parlamento, en la que Hasan Abutorabi Fard, con 232 votos, logró el puesto de primer vicepresidente y Mohamad Reza Bahonar,'principalista' segundo vicepresidente del parlamento con 179 votos
En declaraciones a la agencia oficial de noticias local Mehr, el propio Bahonar, miembro de una destaca familia política iraní, ya ha advertido que la próxima Cámara "no será obediente con el Gobierno" de Ahmadineyad.
En este sentido, se espera un año parlamentario complicado, ya que en la nueva Cámara, 196 escaños -más de dos tercios- los ocupan diputados sin experiencia previa y pueden dar sorpresas con sus posturas, ya que cada uno es elegido de manera independiente, sin estar sometido a disciplina de grupo.
El entorno de Ahmadineyad es acusado por los principalistas de desviarse del sistema islámico y poner en cuestión la primacía religiosa en el régimen teocrático y, también, de irregularidades y de corrupción en el Gobierno, lo que ha llevado a decenas de seguidores del presidente a la cárcel o a los tribunales.
Las diferencias ideológicas entre una y otra parte son escasas, pero están enfrentados sobre todo desde que Jameneí desautorizó al presidente en abril del año pasado, al restablecer en su puesto al ministro de Inteligencia, Heydar Moslehi, un clérigo incondicional del líder, horas después de ser destituido por Ahmadineyad.
El mandatario está empeñado en retirar de inmediato los subsidios a los productos energéticos y básicos para abrir la economía, a lo que el Parlamento saliente se opuso y es previsible que lo haga el entrante, al considerar que esta medida dispararía la inflación y podría poner en peligro el equilibrio del país.
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