El patriarca filipino acusado de matar a 57 personas inicia juicio por fraude

  • El líder de un poderoso clan, acusado de la matanza de 57 personas en el sur de Filipinas en 2009, se declaró hoy inocente durante su primera comparecencia en el juicio por un caso de fraude electoral en el que está acusado junto a la expresidenta del país, Gloria Macapagal Arroyo.

Manila, 26 mar.- El líder de un poderoso clan, acusado de la matanza de 57 personas en el sur de Filipinas en 2009, se declaró hoy inocente durante su primera comparecencia en el juicio por un caso de fraude electoral en el que está acusado junto a la expresidenta del país, Gloria Macapagal Arroyo.

Andal Ampatuan, que también está siendo juzgado de manera paralela por la matanza de 57 personas en el sur del país en noviembre de 2009, está acusado de amañar las elecciones legislativas de 2007 en la provincia de Maguindanao junto al exsupervisor electoral Litang Bedol y a la expresidenta filipina.

Arroyo, al igual que Bedol, se declaró inocente en sesiones anteriores de un delito por el que podría ser condenada a cadena perpetua.

El patriarca del clan y aliado del Gobierno de Arroyo (2001-2010) era gobernador de la provincia de Maguindanao cuando se produjo el supuesto fraude y uno de sus hijos, Zaldy, era gobernador de la región autónoma del Mindanao musulmán.

La apertura del juicio contra Andal Ampatuan tuvo lugar el mismo día en el que fue arrestado uno de sus nietos, Ipeh Ampatuan, en la provincia de Cotabato, en la isla de Mindanao.

Ipeh, de 27 años, es sospechoso de pertenecer al escuadrón de 100 pistoleros que secuestró y luego ejecutó, mutiló y enterró en fosas comunes a los 57 integrantes de la caravana electoral del rival político del clan, Ismaíl Mangudadatu, en noviembre de 2009.

Según la acusación, el patriarca del clan orquestó la matanza junto a varios de sus hijos para eliminar de la carrera electoral a Mangudadatu, quien finalmente fue elegido gobernador en mayo de 2010.

El principal sospechoso de los asesinatos es uno de los hijos del patriarca, Andal Ampatuan Junior, acusado de capitanear al escuadrón que perpetró la masacre.

Varios miembros prominentes del clan, junto a policías y miembros del Ejército privado de la familia con el que controlaban la provincia se encuentran entre los 197 imputados por la matanza.

Alrededor de cien de los acusados siguen en libertad por falta de pruebas mientras el macrojuicio en el que están llamados a declarar cerca de 500 testigos avanza con lentitud y se espera que dure varios años.

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