El PP necesita un suicida que le diga a Rajoy la verdad

Me imagino que en estas amargas horas postelectorales, las reuniones de analistas y jefes del PP se parecen mucho a la del cuentecillo de los ratones.Una partida de roedores trata de defenderse de las incursiones del recién llegado gato doméstico que, día a día, se va merendando a la otrora feliz comunidad de ratones. Los más viejos convocan asamblea para buscar soluciones.Uno de los asistentes propone algo bien sencillo: poner un cascabel en el cuello del gato, de modo que cuando este despierte y se lance a la caza, el cascabel suene y avise a los ratones de la proximidad del enemigo… Una gran idea si no fuera por el insalvable obstáculo: ¿Quien le pone el cascabel al gato? ¿Quién arriesgará su vida en la operación de colocar el cascabel?Después de obtener en Cataluña el peor resultado electoral en quince años, pocos meses más tarde de perder la alcaldía de Madrid, Valencia, Sevilla y de no sé cuantas comunidades autónomas, todos, dentro y fuera del PP, están persuadidos de que, directa o indirectamente, el primer responsable de estas derrotas ha sido Mariano Rajoy.No voy a tratar de hacer un análisis de los defectos y cualidades del actual Presidente del Gobierno sino, directamente entrar en cómo podría el PP sustituir a su candidato a la Moncloa, para las ya inminentes elecciones generales. En primer lugar, hay que descartar la solución interna, por la sencilla razón de que el poder absoluto del que goza el supercicuta de cualquier partido político en España, hace inviable una suerte de voto de censura interno, pues dada la escasez de héroes la pregunta pertinente resulta capciosa: ¿Sabe alguien de alguno/a de los colaboradores más cercanos del Presidente dispuesto/a a inmolar su futuro político y aún su empleo por contarle una realidad que él se niega a aceptar?Rechazada por excesivamente arriesgada la opción del cascabel, que sería la razonable y la que aplicaron nada menos que a Lady Thatcher sus correligionarios del Partido Conservador, la otra opción queda abierta: desde buscar a alguien del PP que no esté en el aparato, o alguien externo al PP.En sus primeras declaraciones postelectorales se ha presentado voluntario José Mª Aznar. Una cara demasiado conocida y con más de un cadáver en su armario: no se olvide que fue Aznar quien nombró a Rajoy Presidente del PP, hace ya quince años.Sin posibilidad reglamentaria y si héroes dispuestos al sacrificio político, el barco del PP, con Mariano Rajoy al timón, sigue rumbo firme a la escollera.