El PPC evaluará su apoyo a CiU en el debate de política general en Parlament

Barcelona, 30 jul.- El PPC se ha marcado el debate de política general que tendrá lugar en la Cámara catalana a finales de septiembre como fecha límite para evaluar la continuidad de su apoyo parlamentario a CiU.

De este modo, el portavoz adjunto de los populares en el Parlament, Santi Rodríguez, ha concretado la advertencia de la presidenta del PP Català, Alicia Sánchez-Camacho, quien este pasado fin de semana avanzó que en septiembre revisaría su apoyo al Govern ante la "escalada" en la "confrontación" con el Ejecutivo central.

Rodríguez ha rechazado posponer la revisión de su relación con CiU hasta la negociación del nuevo presupuesto, ya que desconoce cuándo se pondrá en marcha.

En una rueda de prensa en la sede de la formación, el dirigente popular ha instado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, a "valorar el escenario que desea" y le ha advertido de que la "incertidumbre del futuro depende de sus propios actos".

"Tenemos un mes y medio por delante que servirá para ver dónde se sitúa cada uno", ha sentenciado Rodríguez.

Por otro lado, ha lamentado que el gobierno de CiU optara por el "arrebato ('rauxa') independentista" en lugar del "sentido común" ('seny') en la aprobación de la propuesta de pacto fiscal que ahora deberá negociar con el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Para el dirigente popular, el "sentido común" estaba representado por un acuerdo entre los grandes grupos que incluiría a CiU, PSC y PP, algo que, según ha afirmado, "le hubiera garantizado un 90 % de apoyo en el Congreso".

En cambio, ha señalado el dirigente popular, "han optado por el arrebato independentista con un nuevo tripartito": "No se trata de un nuevo pacto fiscal, sino de un concierto económico".

En este sentido, ha asegurado que su formación ha intentado conducir a la federación nacionalista por el camino del "sentido común", aunque ha lamentado que, al final, se haya confirmado el dicho de que "la cabra siempre tira al monte".

Para el PPC, el pacto fiscal es una "cortina de humo" que el Govern utiliza para "tapar" su "incompetencia" y los casos de corrupción que salpican a CDC como, por ejemplo, el expolio del Palau o la trama de las ITV.