El presidente de Portugal elige a Passos Coelho a la espera de la moción de censura de la izquierda

    • Anibal Cavaco Silva elige la opción conservadora por delante de la coalición de izquierdas a la que catalogó de poco creíble e inconsistente.
    • El jefe del Estado apeló a una parte del Partido Socialista contraria a pactar con los comunistas para que sea aprobado el programa de Passos Coelho.
El primer ministro portugués Pedro Passos Coelho, y el presidente de la República, Anibal Cavaco Silva / AFP
El primer ministro portugués Pedro Passos Coelho, y el presidente de la República, Anibal Cavaco Silva / AFP

El presidente de Portugal, el conservadro Anibal Cavaco Silva, elegió el jueves al primer ministro y líder de la coalición de derecha Portugal à Frente (PAF), Padro Passos Coelho - vencedor en las pasadas elecciones del 4 de octubre con el 38% de los votos-, para formar Gobierno.

Cavaco Silva tira así por tierra la opción de izquierdas que el Partido Socialista (PS) había encabezado junto al Bloco de Esquerda y los comunistas portugueses, una coalición que se había presentado como alternativa a las políticas de austeridad y de recortes impuestas desde Bruselas con especial virulencia en Portugal.

El presidente de la República, en un mensaje retransmitido a la nación, explicó que su decisión responde a la necesidad de "garantizar los compromisos internacionales de Portugal", al mismo tiempo que se apresuraba a recordar "la regla que ha perdurado" durante los 40 años de democracia en el país: "Quien gana las elecciones es invitado a formar Gobierno, como cuando en 2009 el Partido Socialista ganó las elecciones con apenas 97 diputados".

En ese sentido, el presidente conservador señaló que "fuera de la Unión Europea y del euro, el futuro de Portugal sería catastrófico" y ha pedido, en clara alusión a algunos diputados socialistas incomodos con los comunistas, que no ejerzan su voto contra el programa que Passos Coelho presente en un Parlamento dominado por la izquierda.

La velada petición del presidente de la República se produce después de que el Partido Comunista, partidario de dejar la OTAN y el euro, y el Bloco anunciaran su rechazo frontal a la designación de Passos Coelho como primer ministro. "Una pérdida de tiempo" por la que los comunistas presentarán, tal y como apuntó su secretario general, Jerónimo de Sousa, una moción de censura.

"Una mayoría de diputados en el Parlamento es una condición suficiente para formar un Gobierno liderado por el Partido Socialista", afirmó el secretario general del Partido Comunista, obrero metalúrgico de profesión, en el cargo del partido desde 2004.

Ante la advertencia de la izquierda, cuenta con 122 de los 230 escaños del Parlamento, Cavaco Silva vaticinó que si el Gobierno formado por la coalición vencedora no puede asegurar la estabilidad política, "la alternativa claramente inconsistente sugerida por otras fuerzas políticas será mucho más grave para el futuro económico y social" de Portugal.

"Es a los diputados a quienes les compete decidir, en consecuencia y teniendo en cuenta los superiores intereses de Portugal, si el Gobierno debe o no asumir su plenas competencias. Como presidente de la República asumo mis responsabilidades constitucionales. Le compete ahora a los diputados asumir las suyas", anunció el presidente de la República.Cavaco apela a los socialistas díscolos

Existe dentro del seno del Partido Socialista -el Bloco y sobre todo los comunistas apoyan con unanimidad el pacto- una corriente, cerca de una quincena de diputados, contrarios a dicha coalición por, entre otras cosas, la insalvable distancia que históricamente mantienen socialistas y comunistas.

Sin embargo, pese a la retórica reformista de los socialistas para argumentar su rechazo al ideario de la izquierda más escorada, existe otra razón, de mayor peso, aunque no parece que vaya a poner en riesgo la coalición.

Aquellos díscolos a los que Cavaco Silva estaría apelando en su discurso son los llamados 'seguristas', partidarios del anterior líder del PS, Antonio José Seguro, quien mantiene una fuerte rivalidad con Costa, desde que éste catalogara de "pequeñito" su triunfo sobre la coalicón de la derecha de Passos Coelho en las elecciones europeas de mayo.

En octubre, Costa se impuso con claridad en las primarias del partido y desde entonces el antagonismo no ha hecho más que aumentar. Ahora, son los 'seguristas' quienes pueden hacer más grande esa "pequeña" derrota, como han definido con ironía, cosechada por el partido de Costa en las pasadas legislativas.

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