El presunto inductor niega que ordenara matar a Touriño, con quien tenía buena relación

Barcelona.- Manuel Moreno, presunto inductor del asesinato del ex director del Centro de Convenciones de Barcelona (CCB) Fèlix Martínez Touriño, ha negado hoy que encargara el crimen de quien fuera su jefe y ha sostenido ante la juez que su relación con él era "muy buena".

Moreno ha roto hoy el silencio que ha mantenido desde su detención hace más de un año por el crimen de Touriño, ocurrido el 9 de febrero de 2009 en la calle Santaló de Barcelona, y ha declarado durante una hora ante la juez, aunque sólo ha aceptado responder a las preguntas de la magistrada, la fiscal y su defensa, según fuentes judiciales.

El imputado, en prisión preventiva desde julio del año pasado, está acusado de haber encargado a un sicario novel el asesinato del empresario, por el que la titular del juzgado de instrucción número 18 de Barcelona mantiene imputadas de momento a seis personas que de una u otra manera participaron en su ejecución o planificación.

Tras su detención, el presunto cerebro del crimen de Santaló se negó a declarar, pero el pasado mes pidió a través de su abogada, Berta del Castillo, comparecer ante la juez, ante la que hoy ha negado cualquier relación con el homicidio, que supuestamente habría encargado al saber que su jefe iba a despedirlo por haberse embarcado en negocios ilegales desde su empleo en el CCB.

Según la versión que hoy ha esgrimido Moreno, no sólo desconocía las intenciones de Touriño de desenmascararlo ante los directivos de la empresa, sino que mantenía con su jefe una relación "muy buena, de confianza", puesto que ambos colaboraban en algunos negocios al margen del Centro de Convenciones.

En una declaración centrada en desmontar la principal hipótesis del móvil del crimen, Moreno ha explicado que tenía buenas perspectivas profesionales, porque estaba montando una empresa audiovisual con otras personas, lo que Félix Martínez Touriño conocía sin que planteara objeciones.

De hecho, ha recalcado que un despido le habría favorecido económicamente, porque habría cobrado una indemnización de 50.000 euros más el 40% de su sueldo durante dos años, independientemente de la cláusula de exclusividad que le impedía trabajar en el sector.

No obstante, el supuesto cerebro del crimen de Santaló no ha sabido dar explicación a los motivos por los que el sicario que ejecutó a Touriño lo señaló a él y a su cuñado Sahid -huido a Colombia y ahora en prisión tras ser extraditado- como las personas que le encargaron el asesinato.

Según Manuel Moreno, con su cuñado tenía una relación "normal, de familia", sin actividades comunes, pero no recuerda el contenido de las al menos dieciséis llamadas que ambos se cruzaron en las horas previas al crimen con sus teléfonos móviles.

Respecto a las razones por las que el día del crimen no acudió a su trabajo al CCB, el presunto autor intelectual del asesinato se ha escudado en que estaba de baja por gastroenteritis desde hacía días y ha precisado que se enteró de la muerte de su jefe porque se lo comunicó por teléfono un compañero de trabajo la misma tarde.

Durante la declaración judicial se han mostrado al imputado la transcripción de unas conversaciones telefónicas, posteriores al crimen, en las que Moreno y un compañero de trabajo en el CCB muestran su temor a lo que Touriño hubiera podido contar a su sucesor antes de su muerte.

Para Manuel Moreno, con esa conversación simplemente aludía a sus intenciones de montar una empresa externa, proyecto del que nunca informó al sucesor de Félix Martínez de Touriño al frente del CCB.

Otras comprometidas conversaciones a las que el imputado no ha sabido dar justificación son las que mantuvieron su cuñado Sahid, su hermana Maria Pilar M. -también procesada por cooperadora necesaria- y su padre, en la que la pareja de imputados, huida a Colombia tras el crimen, manifiesta su preocupación por una cantidad de dinero que Moreno debe mandarles al país suramericano pero que no llega.

Además de Moreno, su hermana y su cuñado, por el asesinato de Touriño permanecen imputados hasta ahora el presunto autor material del asesinato, una ex pareja de éste y el hombre que conducía el coche que llevó al sicario al lugar del crimen.