El primer ministro noruego bajo presión debido al informe sobre los atentados

  • El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, se encuentra bajo una fuerte presión a raíz del informe de una comisión de expertos, según la cual el doble atentado perpetrado por el ultraderechista Anders Behring Breivik pudo haberse evitado o al menos reducir el número de muertos.

Berlín, 14 ago.- El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, se encuentra bajo una fuerte presión a raíz del informe de una comisión de expertos, según la cual el doble atentado perpetrado por el ultraderechista Anders Behring Breivik pudo haberse evitado o al menos reducir el número de muertos.

El popular diario noruego "VG" se hacía eco hoy de las presiones procedentes de diversos ámbitos, especialmente de la oposición, exigiendo la dimisión de Stoltenberg, quien ayer mismo, en una primera reacción, admitió su responsabilidad política y expresó su pesar por lo ocurrido.

De acuerdo con ese medio, uno de los más influyentes del país, Stoltenberg es el principal responsable de los fallos del operativo policial desplegado tras estallar el coche bomba, en el complejo gubernamental de Oslo, donde murieron 8 personas, a lo que siguió la matanza en la isla de Utøya, con otros 69 muertos.

El informe de la comisión, integrada por 10 miembros, entre juristas y expertos, y creada para evaluar la acción policial en los atentados del 22 de julio de 2011, concluía que la "gestión de la crisis no fue suficientemente satisfactoria en importantes áreas".

El texto establecía que el ataque con explosivos al distrito gubernamental de Oslo podría haberse "evitado" por completo y que la masacre de la isla de Utøya podría haber sido atajada "más rápidamente", lo que hubiese salvado muchas vidas.

"El ataque al complejo gubernamental podría haberse prevenido mediante la implementación efectiva de las medidas de seguridad ya existentes", apuntan las conclusiones, que añaden que "el autor podría haber sido detenido antes" en la isla.

Dicha comisión fue creada por encargo del gobierno de Stoltenberg, unas semanas después de los atentados, bajo la creciente presión mediática y de la opinión pública noruega por los supuestos fallos en el operativo.

Las fuerzas policiales llegaron a la isla 70 minutos después de recibir la primera alerta del tiroteo, a lo que siguieron una cadenas de desaciertos y problemas de coordinación.

El propio Stoltenberg, al recibir el lunes el informe, calificó sus conclusiones de "sinceras" y "no embellecidas", al tiempo que se comprometió a adoptar las medidas necesarias para mejorar los dispositivos de seguridad y evitar amenazas futuras.

La comisión de expertos elaboró su informe paralelamente al juicio que se lleva a cabo contra Breivik, que quedó visto para sentencia el pasado 22 de junio, a la espera de que ésta se conozca el próximo 24 de agosto.

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