El primer ministro tailandés anuncia que disolverá el Parlamento en setiembre

  • Bangkok.- El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, indicó hoy que el Parlamento será disuelto en septiembre para celebrar elecciones en noviembre, si los "camisas rojas" ponen fin a la ocupación del centro financiero y comercial de Bangkok.

Bangkok.- El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, indicó hoy que el Parlamento será disuelto en septiembre para celebrar elecciones en noviembre, si los "camisas rojas" ponen fin a la ocupación del centro financiero y comercial de Bangkok.

Los cabecillas del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, protagonista de las manifestaciones, habían asegurado el miércoles que en cuanto supiesen la fecha en que se disolverá el Legislativo ordenaría a sus seguidores que volviesen a sus hogares.

"Si no se marchan a casa, yo no voy a disolver el Parlamento. Repito, yo no estoy negociando con nadie", afirmó el jefe del Gobierno tailandés, del Partido Demócrata, en una entrevista televisada.

Vejjajiva respondió afirmativamente cuando le preguntaron si la presente legislatura concluirá entre el 15 y el 30 de septiembre, para cumplir con los 45 días de periodo mínimo previsto por la Constitución si se quiere celebrar los comicios el 14 de noviembre, como anunció el martes pasado.

Aunque los "camisas rojas" han aceptado el plan de reconciliación del Gobierno, desconfían de las autoridades.

"El plan de reconciliación es muy impreciso y las promesas de Abhisit (Vejjajiva) son escurridizas, tenemos que saber dónde nos estamos metiendo antes de cantar victoria", afirmó Weng Torirakarn, uno de los líderes del Frente Unido.

La Policía confirmó hoy que presentará cargos por presuntos actos de terrorismo contra nueve dirigentes de los "camisas rojas", sobre quienes pesan órdenes de detención por violar el estado de excepción en Bangkok, declarado el 7 de abril.

Los abogados del Estado acusaron en las semanas pasadas a una veintena de dirigentes del Frente Unido de los violentos enfrentamientos entre los cuerpos de seguridad y los manifestantes del 10 de abril, en los que murieron 25 personas y cerca 900 resultaron heridas.

Otras dos personas murieron y más de un centenar resultaron heridos en nuevos incidentes violentos ocurridos después.

Las autoridades y los manifestantes se han culpado mutuamente de estar detrás de la violencia y de dirigir a los hombres encapuchados que, según algunos vídeos difundidos en televisión, disparaban con fusiles durante los altercados.

"Los insurgentes en el sur del país nunca han sido acusados de terrorismo. ¿Puedo preguntar por qué el Gobierno sí lo hace con los nueve líderes de los 'camisas rojas'?", indicó Natthawut Saikua, otro jefe del Frente Unido.

En su opinión, la presencia de los soldados en las calles de la capital aumenta la tensión y dificulta el entendimiento para alcanzar la paz.

Los "camisas rojas", seguidores en su mayoría del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, ocupan distintas zonas de Bangkok desde el 14 de marzo para exigir la celebración de elecciones anticipadas.

Empalizadas construidas con neumáticos y cañas de bambú bloquean las avenidas en torno al distrito comercial de la capital, donde grandes almacenes y restaurantes de lujo han permanecido cerrados durante más de un mes.

La mayor parte de los "camisas rojas" provienen de las zonas rurales del norte y noroeste del país, las de mayor densidad demográfica y feudos de los testaferros del multimillonario Shinawatra, quien en 2008 fue condenado a dos años de cárcel por un delito de corrupción.

Los manifestantes consideran que este Gobierno, respaldado por la elite monárquica y el Ejército, es ilegítimo por haber llegado al poder mediante pactos parlamentarios en vez de las urnas.

La profunda crisis política en Tailandia se remonta al golpe de Estado de 2006 de los militares contra Shinawatra, el magnate que llevaba gobernando el país desde hacía cinco años como si fuese una de las empresas de su imperio de telecomunicaciones.

Gaspar Ruiz-Canela

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