El primero de la clase

  • Patricia de Arce.

Patricia de Arce.

Toledo, 12 abr.- Si alguien tenía alguna duda de cuál va a ser la estrategia del PP en su carrera hacia las elecciones del 25 de mayo hoy en Toledo ha quedado más que clara: ellos llevan al primero de la clase en esto de Europa y están convencidos de tener, por eso, todas las de ganar.

Una estrategia que pasa también, como era de esperar, por vender la autoría de la recuperación económica y contraponer la gestión popular al desastre socialista; pero este credo ya formaba parte del mensaje del partido, así que lo que ahora toca es personalizar, dar al voto una cara, la del supercandidato.

Y es que la presentación en Toledo de la candidatura del PP a las europeas ha sido, más bien, una oda a Miguel Arias Cañete. Todos se han rendido a su candidato, empezando por Mariano Rajoy.

"No sé si a alguien le ha cogido por sorpresa la elección como candidato de Miguel Arias", ha bromeado el presidente del Gobierno, a quien el propio cabeza de lista le había agradecido antes haber sido "previsible" eligiéndole para este "sueño".

No ha escatimado Rajoy en piropos: el "más preparado", "respetado y conocido" en Europa -"y eso cuenta", ha dicho- y el "mejor abogado", en definitiva, "de los intereses de España".

Y ha lanzado un dardo envenenado a los socialistas cuando ha dicho que no querían ver "ni en pintura" el nombre de Cañete en el cartel. En resumen, el presidente quiere que su todavía ministro sea visto, desde ya, como el candidato invencible.

A la vista de sus palabras, tenía claro Rajoy desde hace mucho tiempo que su apuesta para esta carrera iba a ser Cañete, pero no ha ocultado, hoy tampoco, lo que ha disfrutado manteniendo la incógnita.

La cita en Toledo no sólo ha sido el pistoletazo de salida de la precampaña. Ha sido el guión a seguir de aquí al 25 de mayo.

Por eso, tras la figura de Cañete se va a repetir, una y otra vez, el mismo mensaje, el de la gestión: si se está saliendo de la crisis es gracias al Gobierno del PP y si no se quiere volver a ella mejor no votar al PSOE.

No parece pues que Cañete se vaya a olvidar en su campaña de comparar, cuantas veces pueda, la gestión del Gobierno de Rajoy con la de José Luis Rodríguez Zapatero. La herencia socialista centrará buena parte de su discurso, y ya ha empezado hoy a recordarla.

Y de los partidos pequeños, ni hablar. Ya lo ha dicho el propio candidato, que votarles no tiene "ningún impacto" y ha prometido no mencionarles más en su campaña. ¿Lo cumplirá?

Miguel Arias Cañete ha salido de Toledo con la promesa que ya hizo el día que se anunció su candidatura: hará una campaña "pueblo a pueblo", y ha advertido a todos sus compañeros de la lista, incluidos los suplentes, que ya pueden hacer lo mismo si quieren ganar el 25 de mayo.

Una tarea que también le toca a Esteban González Pons. El vicesecretario general, número dos de la lista y previsible futuro jefe de la delegación española en Bruselas si Arias Cañete se convierte en comisario, ha escuchado el agradecimiento directo de su presidente.

De él -uno de los portavoces más duros durante la etapa de oposición y eterno ministrable en todas las quinielas- ha destacado Rajoy su trabajo "generoso" y su "entrega" y le ha reconocido por estar a su lado en momentos "muy complicados".

Todo en una cita en la que la segunda protagonista parecía ser María Dolores de Cospedal. No en vano, ha sido Toledo, la capital castellanomanchega, el lugar elegido para tan importante evento.

Contenta se habrá ido la secretaria general tras escuchar tantas proclamas de "presidenta, presidenta" y a un público entregado para recibir al jefe del Ejecutivo, muchos de sus ministros y a todos los candidatos.

Y más contenta estará porque no ha habido ningún interviniente que no haya dedicado unas palabras a alabar su gestión, tanto en el Gobierno castellanomanchego como en el partido.

En palabras de su amigo Cañete, el PP es un partido "formidable" y la secretaria general "dos veces formidable". Ahí queda eso.

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