Bruselas, 9 jul.- El príncipe Felipe mantendrá la dotación de 11,5 millones de euros anuales que ahora recibe Alberto II cuando se convierta en rey de Bélgica el próximo 21 de julio tras la ya anunciada abdicación, pero como novedad tendrá que pagar impuestos.
En la práctica esta modificación supondrá un recorte de entre el 7 y el 8 %, unos 700.000 euros, informó el gabinete del primer ministro de Bélgica, Elio Di Rupo.
Los parámetros generales sobre la dotación del futuro rey fueron acordados en una comisión ministerial y se refieren al dinero que recibirá el monarca para cubrir gastos de personal, administración, mantenimiento de dependencias reales, entre otros, pero no en concepto de compensación por el ejercicio de la función real, aclara hoy el diario "La Libre Belgique".
La cuantía de la dotación es fija para todo el reinado, aunque incluye un índice de indexación que permite un aumento limitado cada año.
Para Alberto II la cantidad de partida, fijada en 1993, fue de poco más de 6 millones de euros.
La decisión de someter la dotación del futuro rey al pago del IVA y de impuestos especiales responde a la reforma del régimen de dotaciones de la familia real adoptada a principios de junio por los partidos que negocian la reforma del Estado.
La idea de reformar el sistema llegó tras la polémica desatada en enero pasado en torno a la fundación privada "Fons Pereos", con la que la reina Fabiola (viuda del rey Balduino) podía evitar que sus herederos pagaran impuestos de sucesión.
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