El programa de Podemos, un proceso participativo 'blindado' por la cúpula

    • Este jueves finaliza el plazo para recoger medidas y a finales de mes, los programas se someterán a votación.
    • La dirección vuelve a optar por el controvertido sistema 'plancha', que beneficia a su propuesta.
Iglesias, a su llegada a un mitin en la campaña de las elecciones catalanas.
Iglesias, a su llegada a un mitin en la campaña de las elecciones catalanas.

Cerradas las idas y venidas de la confluencia con IU, Podemos apura sus esfuerzos estos días en laelaboración de su programa electoral.Un documento, largamente esperado, que compondrá la apuesta del partido emergente en sus elecciones decisivas, y que desde la dirección han tratado de no dejar a la improvisación.

Los dirigentes de la formación 'morada' llevan meses protagonizando distintos encuentros con organizaciones de la sociedad civil y asociaciones sectoriales a fin de conocer de primera mano sus preocupaciones y trasladar sus propuestas en un posible documento electoral. Al mismo tiempo, ese programa habrá de incluir las cinco resoluciones aprobadas en la Asamblea fundacional del partido, en octubre del año pasado, y que, de acuerdo al compromiso inicial del partido de Iglesias, han de marcar su línea política.

Estas son, una auditoría y posible reestructuración de la deuda, la universalidad de la gestión y atención pública en la sanidad-eliminación de copagos, derogación de las actuales leyes de gestión- la defensa de la educación pública-paralización y derogación de la LOMCE-las medidas de lucha contra la corrupción- un decálogo elaborado por el exfiscal anticorrupción y exeurodiputado del partido Carlos Jiménez Villarejo y que defiende el aumento de penas por delitos de cohecho y tráfico de influencias o la tipificación penal de la financiación ilegal de los partidos- y la paralización de los desahucios.

Más allá de estas medidas incuestionables, el partido abrió el pasado julio un sistema de construcción eminentemente participativo para elaborar su programa definitivo, que incluirá unas 500 medidas. En la práctica, en cambio, éste se ha demostrado opaco a la colaboración y blindado ante la supervisión estricta de la cúpula del partido.La dirección, contra determinadas propuestas

El sistema de construcción colectiva diseñado desde Podemos incluía la posibilidad de que los simpatizantes pudiesen elevar sus propuestas a través de Plaza Podemos, el espacio de debate virtual de la formación. Estas sugerencias se articularían en cinco grandes áreas temáticas-economía, democracia, justicia y bienestar social, sanidad, etc- y debían superar los 100 apoyos-70 en el caso de los Círculos-para ser tomadas en consideración por los responsables del área correspondiente.

No obstante, contar con un apoyo importante no garantiza que la propuesta sea incluida en el documento. Así ocurrió, por ejemplo, con la propuesta del Círculo de Renta Básica, uno de los más populares entre las bases. Su medida de un pago de carácter universal, de en torno a los 645 euros, que contó en su presentación con el apoyo expreso del exnúmero tres Juan Carlos Monedero, fue contestada desde la dirección con el argumento de que, en las actuales circunstancias, resultaría inviable.

Sus razones descansan en que la aplicación de una renta básica supondría destinar la práctica totalidad de los recursos disponibles a financiar esta propuesta, en lugar de otras políticas, lo que llevaría a una "mercantilización de los derechos colectivos al apostar por una renta individualizada en lugar de una provisión pública y colectiva que satisfaga tales necesidades".

Al mismo tiempo, según las bases para la elaboración del programa los círculos territoriales estarían "invitados a convocar asambleas que tengan como objetivo la incorporación de propuestas de ámbito local o autonómico al programa electoral, siempre que sean competencialmente asumibles desde el Gobierno de España". Esas propuestas deberían, en cualquier caso, respetar tres condiciones: "respaldo democrático en la fase decisiva, viabilidad económica y consistencia jurídica". Desde varios círculos y direcciones regionales se ha criticado, en cambio, que su participación se reduzca a meras propuestas territoriales, y que su opinión sobre cuestiones de ámbito nacional no sea tenida en cuenta.Sistema "plancha" para las votaciones

Para acabar de ultimar la propuesta el partido anunció a principios de mes la celebración de más de 2.000 asambleas locales en todo el país, en las que los simpatizantes pudiesen opinar sobre las medidas incluidas y proponer otras nuevas en varios encuentros organizados en distintas sedes territoriales. Los tiempos, en cambio, han sido ajustados. Aunque se preveía destinar a este fin unos quince días, la primera de estas asambleas se celebró el pasado jueves en Fuelabrada (Madrid)y la última se convocará esta misma semana.

Otro de los puntos de controversia surge en el mismo mecanismode votación final del programa, el sistema "plancha".Aunque la dirección permite que cada persona inscrita en Podemos elabore su propio programa para su posterior votación-Iglesias hará lo propio con el suyo- el mecanismo acaba en la práctica beneficiando a la propuesta de la dirección.

Este método ha sido con insistencia criticado por las bases en todos los procesos de primarias celebrados hasta el momento, e incluso provocaron en julio- en la elección del candidato a las generales y las listas para Congreso y Senado-un importante cisma entre las dos sensibilidades mayoritarias del partido. Varios dirigentes autonómicos, entre ellos Teresa Rodríguez, expresaron su desacuerdo por un método que, en la práctica, anula la competencia y beneficia a las listas promovidas desde la dirección y con más presencia mediática.Las principales propuestas, pendientes de concretar

Tampoco se conoce la presencia que tendrá el programa marco presentado el pasado noviembre por los economistas Juan Torres y Vicenç Navarro. Un borrador económico de 60 páginas que, entre otras propuestas, incluía la reducción de la jornada laboral a 35 horas, el aumento de salarios y pensiones, una renta básica en situaciones de vulnerabilidad y una auditoría de la deuda. Éstas dos últimas medidas sí serán incluidas, aunque queda aún pendiente su concreción. El documento aconsejaba mantener la edad de jubilación en los 65 años, en contra de la opinión de los promotores de la formación, partidarios de rebajarla a los 60.

Sí se sabe que el partido prescindirá de las medidas estrella que los llevaron al éxito en las pasadas europeas. La auditoría de la deuda, por ejemplo, no recoge la posibilidad de impago que se contemplaba entonces y que fue blanco de ataque de sus críticos.

Tampoco se incluirá la renta básica para todo ciudadano "por el mero hecho de serlo", como se recogía entonces. Sí habrá una renta mínima, como confirmaba el secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, este mismo fin de semana, pero su cuantía y su alcance está aún por definir. En cualquier caso, no será universal, sino que irá destinada a aquellos ciudadanos que se encuentren en situación de vulnerabilidad. El objetivo, explicaba Pascual, será "garantizar unos ingresos suficientes para quien los necesite para vivir con dignidad".

Mostrar comentarios