El próximo jefe del contingente español en iraq destaca la "inestabilidad" que se vive en ese país


El próximo mando del contingente español desplegado en la base ‘Gran Capitán’ de Besmayah (Iraq), coronel 2º jefe de la Brigada Paracaidista (Bripac) Francisco Javier Romero Marí, destacó este martes que la situación en Iraq es “compleja, complicada", porque es "un país muy grande, difícil de controlar, donde los terroristas del Estado Islámico (EI) campan por sus respetos en algunas zonas y es capaz de controlar territorios con la publicidad correspondiente que el Ejército de Iraq es incapaz de controlar".
Así se pronunció el coronel Romero Marí, en una entrevista concedida a Servimedia, acerca de la responsabilidad que asumirá entre los días 15 y 16 de julio, cuando se haga efectivo sobre el terreno la asunción del mando del contingente español allí desplegado.
En ese sentido, explicó que la misión que el contingente que liderará tendrá se ceñirán al "adiestramiento del Ejército iraquí para poder poder controlar y combatir el EI, así como para poder controlar la situación y las fronteras del país".
El coronel Romero Marí no tiene claro si el contingente que él liderará seguirá adiestrando a la Brigada 92 del Ejército iraquí, tal y como lo hace el que actualmente se encuentra en Iraq, ya que “eso depende del Ministerio de Defensa iraquí. Mientras la brigada no sea utilizada en acciones de combate, se mantendrá allá donde nosotros estamos desplegados perfeccionando el adiestramiento. Si es desplegada en algún sitio, el Ministerio iraquí enviará a Besmayah cualquier otra brigada que esté en disposición de ser adiestrada”.
Del mismo modo, este coronel explicó que “las personas a las que se forma son voluntarios que se han enrolado en el Ejército iraquí”, al tiempo que aseguró que “el nivel que tienene s ciertamente bajo. Van con ilusión y ganas, pero el nivel es relativamente bajo”.
COORDINACIÓN OTROS PAÍSES
También advirtió que “si tuviera que destacar alguna cosa que me llamó la atención negativamente es la falta de liderazgo de los mandos intermedios, que son los que tienen que empujar de las unidades. Eso es en lo que hay que trabajar, porque la instrucción básica es relativamente sencilla, pero el cambio de mentalidad para hacerse cargo de una unidad, de hacerse cargo de hombres, dirigirles en operaciones reales es relativamente complicado. Trabajaremos con esfuerzo para proporcionarles esa mentalidad que verdaderamente les falta”.
El próximo mando de los soldados españoles en Iraq manifestó que Portugal, que convive con el contingente español en la base ‘Gran Capitán’ “colabora con equipos de logística y de Estado mayor”, al tiempo que los efectivos españoles también trabajan con EEUU, “que están en una base localizada a 600 o 700 metros al sur de Besmayah, que también aportan capacidades de adiestramiento, al tiempo que cubren capacidades que nosotros no tenemos y refuerzan las que hay que reforzar”.
Este mando quiso dejar claro que “la rutina diaria va a ser la misma durante toda la misión, teniendo en cuenta que la situación en ese país es muy volátil y cambiante”.
Los soldados españoles dedicarán las primeras horas de cada día al adiestramiento de los soldados iraquíes, “lo que se traduce en que todas las instalaciones interiores o exteriores que empleemos han de estar protegidas. Por lo tanto, hay una unidad de protección que reconoce y hace un estudio sobre la zona que vamos a utilizar. Esta proporciona seguridad en el área de adiestramiento”.
GARANTÍA SEGURIDAD
Esto le sirvió para afirmar que todas las mañanas, “veremos si el calor lo permite”, se dedicarán a instrucción. Los soldados pararán su actividad sobre las 13.00 horas. “Ya, por la tarde, se deja a los iraquíes que hagan sus actividades propias y nosotros aprovechamos para preparar el día siguiente”, aseveró.
El coronel Romero Marí cree que “la seguridad está bastante bien montada. La zona es volátil pero donde nosotros estamos desplegados tiene un riesgo muy moderado porque estamos en medio de un campo de maniobras, en una zona desértica, muy despejada, que no tiene ningún atractivo”.
El destacamento español está acogido a la Comandancia del Mando de Maniobras, desde la que se coordina qué instalaciones se están utilizando, lo que “permite tener un nivel muy alto de coordinación y vigilar que no haya riesgo. Tenemos una seguridad exterior que proporciona el Ejército de Iraa y una seguridad interior, que es nuestra. La seguridad es francamente alta. Permite tener todo bajo control. No veo un riesgo muy elevado”.
El contingente que estará bajo su mando durante “cinco o seis meses”, tendrá un número similar al actual (287, según los datos proporcionados por el Estado Mayor de la Defensa). “Cambia algo porque ahora tienen una unidad de apoyo al despliegue. Con el primer contingente despliegan unidades de ingenieros o de logística que son los que garantizan que el destacamento queda montado. Una vez que concluyen su trabajo vuelven a terreno nacional, siendo necesario un mínimo mantenimiento”, dijo.
El coronel Romero Marí comentó que estas misiones de adiestramiento y estos escenarios extremos “no nos están sorprendiendo”, ya que “hemos estado en Afganistán, tenemos gente en Líbano o en Mali. Los escenarios como Afganistán tienen connotaciones muy similares a Iraq, tipo desierto. Son misiones que recogemos en nuestros programas de formación porque sabemos que se pueden dar en cualquier momento”, al tiempo que sostuvo que “previamente al despliegue tenemos periodos de adaptación a la misión, al terreno en el que nos vamos a desplegar. La gente cuando despliega conoce muy bien a dónde va y lo que se va a encontrar”.
Este mando que se estrena como jefe de contingente y como coronel”, tiene amplia experiencia en misiones internacionales, puesto que ha servido en Bosnia o en Afganistán. “Gran parte del contingente tiene experiencia en operaciones. Eso ayuda mucho”, celebró.
A su vez, definió como “extraordinario” el grado de coordinación con el contingente allí desplegado, perteneciente a la Legión de Viator (Almería) en el relevo. “Hemos estado allí 10 días y la verdad es que somos el mismo ejército, la misma mentalidad. Tenemos la tranquilidad y la seguridad de que lo que han hecho está bien y sólo tenemos que darle continuidad. Simplemente, las condiciones que vivamos nosotros nos provocarán algún cambio”.
Por último, el coronel Romero Martí confirmó que “allí toda la actividad se ciñe a lo militar porque la actividad se concreta en el adiestramiento. Al haber pocos núcleos urbanos en la zona del campo, el contacto con la población es mínimo. La actividad se hace en la base. No hay actividades en el exterior”.

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