El PSOE llega a acuerdos con todos, excepto con Podemos

    • Tras el pacto con PP y Ciudadanos para el Congreso, Sánchez ha explorado en los últimos días las opciones independentistas.
    • Los puestos en las Cámaras se convierten en moneda de cambio para una posible investidura. Las decisiones dejan fuera a Podemos.

Solo un 7% quiere un pacto entre PSOE, Podemos y nacionalistas
Solo un 7% quiere un pacto entre PSOE, Podemos y nacionalistas

Contra pronóstico, el PSOE ha logrado distintos acuerdos con casi todos los partidos que conforman el actual arco parlamentario, excepto con aquel que en un principio se planteó como opción más probable, Podemos.

El primer acuerdo de la legislatura, la Mesa del Congreso, dejó la foto inédita de un pacto entre PP y PSOE, también con Ciudadanos, por el cual los socialistas lograron que Patxi López fuese designado el miércoles presidente de la Cámara. Los populares renunciaron a proponer candidato, y permitieron el nombramiento con su abstención, mientras que los de Rivera le dieron el voto positivo.

Pese a tratarse de un acuerdo a tres, la negociación se hizo a dos bandas. Por un lado, el PP con Ciudadanos, por otro, el PSOE con Ciudadanos. Como explicó el propio Rivera en rueda de prensa, "Hay un acuerdo a tres, lo que pasa es que a PP y PSOE les cuesta mucho decirlo en público", resumió el líder naranja. La composición de la Mesa quedó así en tres puestos para el PP y dos para PSOE, Ciudadanos y Podemos, de forma que, en la práctica, el partido de Rivera se convierte en árbitro para frenar medidas tanto de la izquierda como de la derecha.

El acuerdo irritó notablemente a Podemos, que afeó al líder socialista el haber elegido estar del lado de PP y Ciudadanos y le advirtió de que la decisión aleja un posible entendimiento a posteriori. "Si alguien ha puesto tierra de por medio con la posibilidad de cambio ha sido Pedro Sánchez", afirmó el miércoles, en la sesión constitutiva del Congreso.

En el partido emergente se desconfía de Sánchez, a quien se acusa de acabar posicionándose siempre del lado de los populares y se aviva la posibilidad de la gran coalición, o, como denominan, "el trío del búnker que quiere que nada cambie". El acuerdo veta a Podemos la posibilidad de que sus confluencias territoriales dispongan de grupo propio, un asunto que está provocando las primeras grietas en la candidatura de Iglesias. Varios socios han advertido con integrarse en el grupo Mixto, o formar incluso alianza con Garzón, si no se les concede lo que, recuerdan, era una exigencia en las negociaciones electorales.

El secretario general socialista, por su parte, negó haber pactado la presidencia con el PP y esgrimió que el acuerdo había sido "exclusivamente" con Ciudadanos. "Si el PP no ha presentado candidato es porque ha hecho de neceisdad virtud, ya que sabía que no iba a prosperar", dijo tras la bronca de Iglesias.

Sánchez trata de desvinvular las negociaciones para la Mesa con las que, pretenden, le lleven a la presidencia, e insiste a Iglesias para seguir explorando el pacto de un Gobierno de progreso. Según Sánchez, Iglesias se está comportando "como un niño que, o haces lo que él quiere, o amenaza con dejar de respirar". "Yo le preguntaría a Pablo Iglesias: ¿Qué concepto de la democracia tiene?", espetó el líder de los socialistas a los periodistas tras registrar en el Congreso las 17 primeras iniciativas legislativas del Grupo Socialista en esta legislatura.Gestos hacia PNV, ERC y CDC

Lo cierto es que, en los últimos días, la dirección socialista ha dejado suficientes gestos que bien podrían ser interpretados como un guiño a la investidura. Al PNV le cedió uno de los tres puestos que le correspondía en la Mesa del Senado, después de que le hubiese propuesto ya contar con uno en la del Congreso. Esta última posibilidad quedó frustrada por la negativa de PP y Ciudadanos al apreciar en ella una maniobra con vistas a la formación del Ejecutivo.

A cambio, los nacionalistas vascos estarían ya valorando dar a Sánchez el apoyo de sus seis diputados. Las conversaciones formales entre ambas formaciones ya se han producido, y los dirigentes vascos, que tratan de evitar una nueva convocatoria electoral, no se habrían mostrado contrarios a contribuir a un gobierno alternativo a Rajoy, siempre y cuando en ese acuerdo no se incluya a Ciudadanos.

"La política, tal como la ve el PNV, consiste en abrir puertas, espero que a nadie le dé por dar portazos", resumió, gráfico, el diputado vasco Aitor Esteban. La decisión del PSOE volvió, en cambio, a encender el malestar en Podemos. Desde la formación emergente se considera que los socialistas han hecho un "ejercicio de trilero" al colocar en la Mesa al PNV. "No lo entendemos, Sánchez renuncia a ser presidente", dijo rotundo Ramón Espinar, portavoz de Podemos en la Cámara alta.Según este acuerdo, el PP tendrá en la Mesa cuatro miembros, el PSOE a dos y el PNV, a uno. La presidencia corresponde al 'popular' Pío García Escudero.

El último movimiento de Sánchez, hacia ERC y Democracia i Llibertad, ha provocado una sonora respuesta de la oposición, y de los propios barones. La decisión de ceder a los independentistas cuatro senadores para que puedan contar con grupo propio ha sido despejada desde la dirección como un gesto de "cortesía parlamentaria", aunque pocos son los que no ven en ello la intención del socialista de sacar rédito electoral. Por el momento, los republicanos niegan conversaciones y equiparan al PSOE con el PP. "Para nosotros, es lo mismo. Consideran una amenaza el voto de los catalanes, y pactaron el artículo 135", recordó un dirigente a este periódico.

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