El rey presidirá la entrega en el Museo Naval del lienzo "El último combate"

Valladolid, 16 dic.- El rey Felipe VI presidirá pasado mañana en el Museo Naval de Madrid la entrega del lienzo titulado "El último combate del Glorioso", que el pintor Augusto Ferrer-Dalmau acaba de concluir en su estudio de Valladolid y donde recrea la gesta de un navío español atacado por corsarios ingleses.

Ocurrió en octubre de 1747, frente a la costa portuguesa del Cabo de San Vicente, cuando el navío español conocido como el Glorioso se dirigía a Cádiz, cargado de hierro y también para someterse a una reparación, y fue sorprendido por fragatas corsarias acantonadas en Lisboa, a las que se unieron dos navíos de línea, también ingleses.

"Es un cuadro muy documentado a todos los niveles, para el que he recibido la ayuda del escritor Arturo Pérez-Reverte, un gran marino y dueño de una de las mejores bibliotecas de temática naval, lo que mucha gente desconoce", ha explicado a Efe Ferrer-Dalmau (Barcelona, 1964), uno de los pintores de temática castrense más prestigioso.

El lienzo, de 1,90 por 1,70 metros, recoge el momento en que el Glorioso, completamente rodeado, se defiende del asedio con toda su tripulación en cubierta y en sus castillos de proa y popa, en una actitud de "resistencia numantina, una forma de heroísmo que ha caracterizado siempre al soldado español: la lucha hasta el final", aún a sabiendas de que no va a salir airoso del trance.

"En cierto modo es una victoria, porque, a pesar del resultado final, resisten hasta el límite de sus fuerzas y las posibilidades de armamento y munición", ha comentado este pintor, que el próximo 21 de enero recibirá en Valladolid una condecoración de la República de Georgia por un encargo sobre la presencia de su ejército en Afganistán.

"El último combate del Glorioso", pleno de movimiento e intensidad, está ambientado en el amanecer del 12 de octubre de 1747, en plena marejada, con los mástiles tronchados y el fuego artillero de los corsarios ingleses.

Lo mandaba el capitán Pedro Mesía de la Cerda y en condiciones normales disponía de unos setenta cañones, pero entonces menos para aliviar la nao por la carga de hierro que transportaba desde las costas gallegas, meses después de haber sorteado con éxito otros dos ataques de ingleses durante ese verano de 1747.

El primero de los ataques fue cerca de las islas Azores y el Glorioso transportaba varios millones de pesos en monedas de plata que pretendían los piratas, y el segundo se produjo semanas después, ya en España, cerca de Finisterre.

Especializado en pintura militar, este es el segundo cuadro de Ferrer-Dalmau de temática naval, después del realizado para la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra), titulado "Caza al amanecer", de una goleta española por embarcaciones inglesas.

En el caso de las escenas marinas, "la técnica resulta mucho más complicada que en tierra, no sólo por la documentación que es similar en ambos casos, sino por otros factores que hay que reflejar como la marea, los vientos y el movimiento de los barcos", ha precisado.

Autor de numerosas exposiciones individuales y asiduo en colectivas -tiene obra en los principales museos militares y centros de formación castrense de España-, la próxima muestra de Ferrer-Dalmau se celebrará en Valladolid, a partir del 21 de enero, con una veintena de bocetos correspondientes al encargo de la República de Georgia, sobre la presencia de su ejército en Afganistán.

Desde Valladolid, las piezas recorrerán en una exposición itinerante las ciudades de Madrid, París, Londres, Nueva York, Bruselas y Tiflis.