El rompecabezas electoral indio

  • La fragmentación partidista y el juego de alianzas otorgará un papel clave a los partidos regionales y periféricos de la India a la hora de sumar escaños para gobernar el segundo país más poblado del mundo tras China.

Moncho Torres

Nueva Delhi, 3 abr.- La fragmentación partidista y el juego de alianzas otorgará un papel clave a los partidos regionales y periféricos de la India a la hora de sumar escaños para gobernar el segundo país más poblado del mundo tras China.

Pocos analistas dudan de que los partidos más votados en las elecciones generales que comienzan el lunes serán, por este orden, el hinduista Bharatiya Janata Party (BJP) y el histórico Partido del Congreso, que encabeza el actual Ejecutivo.

Sin embargo, la imposibilidad de alcanzar una mayoría que les permita formar Gobierno les obligará a asociarse con algunos de los algo más de 350 partidos que conforman el panorama electoral indio, una tarea ardua debido al amplio abanico de intereses que los mueve.

Tanto el Partido del Congreso de la dinastía Nehru-Gandhi como el BJP han contado tradicionalmente con el apoyo de ciertas formaciones con las que se han aliado para dominar un Parlamento con 543 asientos.

El partido de la dinastía Nehru-Gandhi lidera la Alianza Progresista Unificada (UPA), con la que logró sumar en las pasadas elecciones de 2009 los 262 escaños que le elevaron al poder y con los que pudo completar la legislatura de manera más o menos estable.

Algunos de los miembros más destacados de la UPA son el Partido Nacional del Congreso, una escisión del gubernamental Partido del Congreso y que posee 8 miembros en el Parlamento, o la regional Conferencia Nacional de Jammu & Kashmir, con tres escaños.

Sin embargo, durante su actual legislatura el Congreso vio debilitada enormemente la UPA, con el abandono de sus dos aliados más importantes, el regionalista de Tamil Nadu Dravida Munnetra Kazhagam (DMK) y el partido bengalí Trinamul, ambos con 18 escaños.

Por su parte, el BJP lidera la Alianza Democrática Nacional (NDA), con mucho menos poder en el parlamento que la UPA y que cuenta con el partido extremista hindú Shiv Sena de Maharashtra, que logró 11 escaños en las pasadas elecciones, como su principal apoyo.

La fragilidad de la NDA proviene, según diversos analistas, del miedo que despierta en las minorías de todo el país un partido, el BJP, que proclama una India solo para los hindúes, donde el resto de credos deberán supeditarse a sus designios.

Como alternativa a los dos bloques principales se encuentra el "Tercer Frente", formado por una decena de partidos regionales y comunistas que se definen como "seculares y de izquierdas" y que tendrían 92 escaños si sumasen sus sitios actuales en el Parlamento.

La principal fuerza en esta alianza es el Partido Samajwadi (SP), el cual gobierna el estado más poblado de la India, Uttar Pradesh, y cuenta con 21 escaños, siendo la tercera fuerza más votada -igualada con el Bahujan Samaj Party (BSP)- tras el Congreso y el BJP.

Alianzas como el "Tercer Frente" para desgastar a los partidos nacionales ya se han gestado en varias ocasiones, aunque sus integrantes acostumbran a dispersarse o a cambiar de bando según sus intereses.

La última experiencia de Gobierno al margen de los grandes partidos la protagonizó en 1996-98 el llamado "Frente Unido", que pronto se desmoronó y causó un adelanto electoral.

Al margen de estas alianzas se encuentran importantes partidos independientes, cuyo respaldo a las principales formaciones dependerá del saber negociador de sus miembros.

El BSP -cuyo caladero de votos son los "dalit" o intocables- es el principal rival del SP en Uttar Pradesh, sobre todo si se tiene en cuenta el sistema indio, en el que el partido más votado en un distrito electoral se lleva todos los escaños.

La líder del BSP, la carismática Mayawati, presidió durante cuatro legislaturas Uttar Pradesh, estado donde ha obtenido el total de sus escaños en el Parlamento de Nueva Delhi, pese a que su vocación de partido nacional la llevó a presentarse en más distritos que ningún otro: 500 de los 543 distritos electorales de la India.

Otra formación que aspira por primera vez a obtener una posición privilegiada en el Parlamento y robar votos al Congreso y al BJP es el partido de reciente creación AAP (Partido del Hombre Común), liderado por el cruzado anticorrupción Arvind Kejriwal.

Kejriwal sorprendió a todos cuando el pasado diciembre logró alzarse con el poder en las elecciones locales de Nueva Delhi después de unir sus votos a los del Congreso y derrocar así al partido más votado, el BJP.

Pero la batalla nacional será diferente, y como afirmó el analista Milan Vaishnav, la incesante creación de nuevos partidos en regiones saturadas de representación convertirá a los políticos en "caníbales", capaces de comerse entre ellos por un puñado de votos.

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