El Salado como "laboratorio de paz" para el conflicto colombiano

  • La población de El Salado, en el departamento de Bolívar (norte de Colombia), que sufrió en el año 2000 una de las peores masacres del conflicto colombiano, fue descrita hoy como un "laboratorio de paz" para el país durante una conferencia en Madrid.

Madrid, 7 abr.- La población de El Salado, en el departamento de Bolívar (norte de Colombia), que sufrió en el año 2000 una de las peores masacres del conflicto colombiano, fue descrita hoy como un "laboratorio de paz" para el país durante una conferencia en Madrid.

En una conferencia en la Casa de América de Madrid sobre la experiencia de reconstrucción de este pueblo, arrasado hace catorce años por los paramilitares que asesinaron a 66 personas en tres días, el embajador de Colombia en España, Fernando Carrillo, destacó que El Salado "ha mostrado el camino a seguir" en la etapa posterior al conflicto entre el Estado y la guerrilla de las FARC.

"Hablamos de una de las peores masacres de la historia reciente de Colombia", dijo Carrillo, quien afirmó que los trabajos en los últimos años en El Salado lo han convertido en "un laboratorio de paz, tal vez el único".

El embajador colombiano en España expresó la especial importancia del tratamiento de las víctimas en el proceso de paz, y manifestó su deseo de que las negociaciones entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) concluyan en 2014.

También consideró que el sector privado, que participó en la experiencia de El Salado, "es un factor esencial del éxito del proceso de paz".

Una característica del proyecto de El Salado es precisamente la intervención tanto del sector público y el privado como de la cooperación internacional, apuntó Claudia García Jaramillo, de la Fundación Semana, una de las organizaciones que participaron en la reconstrucción de la población colombiana.

García Jaramillo explicó que en el pueblo se han construido infraestructuras, se han reconstruido centros como la Casa del Pueblo para activar la vida cultural, y se han ampliado los servicios educativos, entre otras mejoras.

En su opinión, la confluencia de actores fue fundamental puesto que "no se trata de entidades depositando dinero en una cuenta bancaria" sino que las diferentes ONG, instituciones y empresas "acompañaron el proceso" en el terreno.

En el acto también intervino el director general para Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación español, Pablo Gómez Olea, quien destacó que en el proceso "la comunidad no ha sido solo partícipe, sino protagonista".

Carrillo consideró que El Salado es un modelo porque existen "resultados tangibles de todo ese esfuerzo", y consideró posible extrapolar esta forma de cooperación a otras regiones de Colombia especialmente afectadas por un conflicto que, según cálculos del Gobierno, ha afectado a más de cinco millones de personas entre fallecidos y desplazados durante cerca de cincuenta años.

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