El SUP cree que hubo 'negligencia' en el dispositivo policial del 22-M

Ni siquiera había finalizado la "Marcha de la Dignidad" del 22-M celebrada en la plaza de Colón de Madrid cuando un millar de violentos comenzó a arrojar botellas a los policías que en ese momento se encontraban custodiando la sede del PP en la calle Génova. Los antidisturbios reaccionaron y a duras penas hicieron retroceder a los violentos en dirección a la plaza de Cibeles. Las cosas se pusieron feas para los policías cuando un subgrupo de la UIP (apenas 15 efectivos) quedó atrapado entre una turba bien pertrechada de objetos arrojadizos -incluso lanzacohetes- y más predispuesta a la violencia que en otras ocasiones.

Se vivieron escenas de guerrilla urbana con antidisturbios pateados en el suelo y otros a los que simplemente les abrieron la cabeza o les clavaron un pincho. Al final de la jornada el parte médico fue más propio de una batalla que de una manifestación: 67 policías heridos y dos de ellos de gravedad. Unos datos incomprensibles en tanto que ese día se desplegaron en Madrid 1.650 antidisturbios, el mayor dispositivo que recuerdan en el Sindicato Unificado de Policía.

Un mes después de los graves disturbios del 22-M, las heridas -y no necesariamente las físicas- siguen abiertas en la policía. Porque desde entonces los desencuentros entre los sindicatos policiales y los mandos del CNP han sido constantes. Según revela a lainformacion.com el secretario general de la federación de la UIP del SUP, Jacinto Morales, el director general del Cuerpo, Ignacio Cosidó, se ha negado a informar a los sindicatos policiales de las conclusiones del informe abierto por la cúpula policial sobre el 22-M hasta que no lo haga en el Congreso este miércoles por la mañana. Cosidó se reunió con los sindicatos en la previa de la final de la Copa del Rey en Valencia para anunciarles que el informe ya está concluido.

Pero ni una palabra más. El varapalo fue tremendo para los antidisturbios, que esperaban las conclusiones tras un mes de protestas en las que exigían depuración de responsabilidades. Por lo tanto, Cosidó sólo se reunirá con los policías por la tarde tras ofrecer los datos a los diputados. A falta de conocer las conclusiones del informe, el enfado entre los miembros de la UIP es mayúsculo, pues consideran que los fallos en el dispositivo del 22-M que pusieron en riesgo la vida de algunos compañeros fue "una negligencia", lamenta Jacinto Morales.