Elche pide en moción institucional la cesión temporal de la "Dama de Elche"

Elche (Alicante), 31 mar.- El pleno del Ayuntamiento ilicitano ha acordado hoy, a través de una moción institucional apoyada por todas las formaciones políticas con representación municipal (PP, PSOE y Partido de Elche), solicitar al Ministerio de Educación y Cultura la cesión temporal de la "Dama de Elche".

El consistorio expone su deseo de que el busto ibérico pueda ser contemplado por los ilicitanos con las máximas garantías de seguridad y conservación.

La moción resalta que la "Dama de Elche" es uno de los signos de identidad de la ciudad ilicitana, junto con el Palmeral y el Misteri d'Elx, ambos declarados patrimonios de la humanidad por la Unesco.

También indica que desde su descubrimiento, en 1897, tan sólo ha permanecido en Elche dos veces: en 1965, durante dos semanas, y en 2006, por un periodo de seis meses, pero "se ha podido comprobar el afecto sin límites que los ilicitanos muestran a la 'Dama' y el anhelo por poder contemplarla en su ciudad de origen".

Por otra parte, recuerda que, para su estancia temporal de 2006, se ejecutaron las obras de rehabilitación del Palacio de Altamira y se acondicionó la Torre del Homenaje con todas las medidas necesarias para albergar a la "Dama de Elche" con la máxima garantía de integridad.

Una estancia que supuso un impulso para la imagen de la ciudad y la revitalización de los sectores económicos, especialmente el turismo.

Asimismo, se destaca la campaña ciudadana de recogida de firmas para demandar esta cesión temporal puesta en marcha desde el consistorio y la Real Orden de la Dama, que ha recibido la adhesión de instituciones, como el Consell Valencià de Cultura, la Diputación Provincial de Alicante, la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y la de Alicante (UA).

La "Dama de Elche", considerada una obra maestra del arte ibérico, que los expertos datan en torno al siglo V a.C., es de piedra caliza y fue hallada en 1897 en el yacimiento de La Alcudia, en el término de Elche, por un muchacho de 14 años que colaboraba en unos trabajos agrícolas, Manuel Campello Esclapez.

Un arqueólogo francés se la adquirió al propietario de la finca, y la pieza fue a parar al Museo del Louvre, que pagó por ella 4.000 francos de la época.

Allí pasó 40 años hasta que, durante la invasión nazi de Francia (1940), fue temporalmente trasladada a Toulouse.

En 1941, una negociación entre los gobiernos de España y de Vichy (colaboracionista de Hitler) acabó con el traslado del busto al Museo del Prado, donde permaneció tres décadas y desde donde viajó a Elche, en 1965, para una exposición.

Desde 1971 se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), en Madrid.