Ella Fontanals-Cisneros, la pasión por el arte latinoamericano

  • Mila Trenas.

Mila Trenas.

Madrid, 12 feb.- El libro "Pulsos de la abstracción en Latinoamérica" plasma la pasión por el arte latinoamericano de la cubana Ella Fontanals-Cisneros, poseedora de una colección de arte contemporáneo de más de 1.500 piezas que podrían exhibirse de forma permanente "probablemente en Europa" aunque aún no sabe dónde.

Publicado por Turner, el libro recoge imágenes de la mitad de las piezas de abstracción latinoamericana que posee la cubana, "compuesta por más del doble de obras", según ha precisado hoy la mecenas en un encuentro con la prensa.

El libro relata la historia de la abstracción en Latinoamérica, fundamentalmente en Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, México, Uruguay y Venezuela, con esquemas conceptuales, cronologías y documentos históricos que contextualizan y explican el trasfondo y sentido de esta corriente artística más allá de lo estrictamente visual.

Con una colección privada formada por más de mil quinientas piezas, Fontanals-Cisneros creó hace diez años la Fundación que lleva su nombre, con sede en Miami, con la intención de apoyar y promover el arte contemporáneo en general y, en particular, el arte abstracto latinoamericano.

Su colección alberga "un capitulo muy importante e inédito" que está "alimentando últimamente", que es el arte abstracto geométrico cubano, "un arte completamente olvidado", según Fontanals-Cisneros.

Los artistas cubanos actuales son también foco del interés de la coleccionista porque son, dice, "muy interesantes".

"Tienen una formación tal vez muy clásica pero muy fuerte. Son artistas que, aunque vayan a otros países, no dejan de vivir en Cuba, donde llegan autobuses de gente que se desplaza para comprar arte", precisa.

Además de organizar exposiciones y ceder obras a distintos museos, como es el caso del Reina Sofía, al que la Fundación ha prestado por diez años treinta obras que se muestran en la colección permanente, esta institución ayuda de forma directa a los artistas produciendo obras.

"Los artistas son seleccionados por un comité de cuarenta comisarios expertos en arte latinoamericano que son los que promueven a los diferentes artistas", ha explicado.

Como todos los años, la coleccionista comprará en ARCO, donde siempre consigue "algo interesante".

"Aunque ya conozco algunas de las cosas que llevarán las galerías, siempre hay alguna sorpresa que acabo comprando".

La "sorpresa" fue el año pasado una pintura de Tàpies que se ofertó procedente de una colección privada y que no hubiera salido a la venta "si no fuera por la situación económica actual".

Fontanals-Cisneros reconoció que en el pasado, "tal y como se manejó" ARCO, la feria no fue "atractiva" para las galerías latinoamericanas, "que dejaron de participar porque no era un negocio para ellas".

"Durante todo el año hay que hacer un trabajo para tener el ente comercial vivo. Eso se dejo de hacer un tiempo y retomarlo es bastante difícil. Creo que Carlos Urroz -director de ARCO- ha trabajado fuerte, como lo muestra el que 250 coleccionistas vayan a visitar" esta edición.

La coleccionista, que ha soñado con un banco donde estén todas las obras de arte y las pinacotecas puedan cogerlas para sus colecciones permanentes, cree que hay museos que atesoran cantidad de obras en sus almacenes, mientras que otros casi no tienen piezas para exponer.

Defendió también la necesidad de una ley de mecenazgo que, aunque desconoce si a ella le afectaría directamente, "hace falta para promover que los coleccionistas traigan sus obras y no machacarles con los impuestos" señaló y reconoció que cada vez es más complicado traer obras a España para su exhibición.

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