Empieza en Yuba el juicio contra cuatro opositores sursudaneses detenidos

Yuba, 11 mar.- Cuatro opositores sursudaneses, acusados de participar en el intento de golpe de Estado del pasado 15 de diciembre, comparecieron hoy en la primera sesión del juicio en su contra que se celebra en la capital Yuba, según pudo constatar Efe.

Los cuatro procesados son el ex secretario general del gobernante Movimiento Popular para la Liberación de Sudán (MPLS), Pagan Amum; el exviceministro de Defensa Majak Agot; el extitular de Seguridad Oyay Deng; y el diplomático Ezekiel Lol Gatkuoth.

En presencia de periodistas y representantes diplomáticos, los jueces leyeron la lista de cargos contra los acusados, que incluyen el intento de golpe de Estado contra la "autoridad constitucional y elegida", traición, asesinato e intimidación y ofensas al presidente de la República, Salva Kir.

Tras la lectura de las acusaciones, los procesados confirmaron las declaraciones que habían dado a los investigadores.

Asimismo, el tribunal rechazó una solicitud de la Fiscalía para celebrar el juicio en sesiones secretas y permitió la asistencia de los medios de comunicación, representantes de algunas legaciones diplomáticas en Yuba, juristas y familiares de los acusados.

Durante su intervención, el fiscal general señaló que dispone de varias pruebas, entre ellas escuchas telefónicas, que involucran a los procesados en los citados delitos.

Las autoridades habían liberado previamente a siete de los once dirigentes políticos detenidos por su supuesta participación en el intento de golpe de Estado, del que Kir acusó al exvicepresidente Riek Machar.

Los rebeldes sursudaneses dieron la bienvenida a esas liberaciones, pero instaron a las autoridades a hacer lo mismo con los cuatro presos restantes para no obstaculizar las negociaciones de paz celebradas en Adis Abeba bajo la supervisión de mediadores africanos.

La liberación de los once políticos fue una de las principales condiciones que pusieron los insurgentes antes de firmar el acuerdo de alto el fuego, suscrito por ambos bandos el pasado 23 de enero en la capital de Etiopía, pese a las continuas violaciones del cese de la violencia denunciadas desde entonces.