En Podemos confían en la remontada y dan aprobado a Soraya: "Se ha defendido bien"

    • La formación valora el "buen papel" de la vicepresidenta "en un terreno difícil".
Pablo Iglesias mirando su ubicación antes del comienzo del debate (Foto: José González)
Pablo Iglesias mirando su ubicación antes del comienzo del debate (Foto: José González)

Con las encuestas por debajo de lo que podría anticiparse hace unos meses-un cuarto puesto que sabe a poco- en Podemos creen que los días que restan a las urnas les permitirán mejorar resultados. El debate de este lunes ha ayudado, valoran en el partido, y confirma, dicen, la recuperación iniciada ya en el primer encuentro a tres entre Iglesias, Sánchez y Rivera, la pasada semana.

En la formación consideran que el debate ha vuelto a escenificar la ruptura entre la vieja política y la emergente. "Hemos visto a dos partidos disputarse el pasado y a otros dos, el futuro", dicen en alusión a Ciudadanos. El partido de Rivera se ha convertido no obstante en las últimas semanas en un adversario de primer nivel, imprevisto, con el que se disputan la bandera del descontento.

El argumento contra los 'naranjas' es claro: el sistema de contrato único-indefinido, una de las medidas estrella del programa de Ciudadanos y que este lunes Iglesias atacó con los días de indemnización que, considera, se perderían con el modelo. "Lo que hace es igualar por abajo", censuró el líder morado. En la crítica coincidió con el socialista Pedro Sánchez, que acusó a Ciudadanos de querer así "universalizar la precariedad" y dar "una vuelca de tuerca a la reforma laboral".

En Podemos destacan la "superficialidad" de los tres candidatos que se medían frente a Iglesias. "Son candidatos de cartón piedra", consideran. No obstante, y contra pronóstico, en la formación emergente dan cierto aire a la intervención de Sáenz de Santamaría, la candidata mejor valorada de entre los rivales. "Jugaba en un terreno difícil y la hemos visto defenderse bien, ha hecho buen papel", opinan.

A Iglesias lo vieron tranquilo, solvente. El candidato atacó con estrategias meridianas, sabiendo que su conquista de voto está en terreno socialista e insistió con un argumento avanzado ya en el primer debate. Que el PSOE promete una cosa, y luego, en gobierno, hace otra. Atacó con otro frente, el de la batalla de liderazgos que tanto daño hace al propio candidato.

"Tengo la impresión de que mandas poco y que en tu partido mandan otros", espetó a Sánchez. Podemos quiere explotar la táctica de presentar a un rival debilitado por sus propias disputas internas e incapaz de renovar a su partido, al tiempo que se pone en valor los meses de gestión en las 'alcaldías del cambio'. "Donde gobernamos, las deudas se pagan", subrayó en un momento dado. En otros, volvió a ejercer casi de árbitro, un papel que estrenó el lunes pasado y por el que pocos habrían apostado.

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