Escaños vacíos, el mareo de Baldoví y los regalices, una sesión cargada de anécdotas

A las 7:45 abrían las puertas del Congreso por la calle Cedaceros. Pocos periodistas y solo una acreditación, cuando este martes eran dos (una de entrada al Congreso y otra para la tribuna interior del hemiciclo). "Los periodistas no necesitáis hoy acreditación para tribuna porque no va a haber mucha gente", decían en prensa.

Pero, ni periodistas ni casi diputados se acercaron a primera hora para escuchar la intervención de Aitor Esteban (EAJ-PNV) en la segunda sesión del Debate sobre el Estado de la Nación.Sánchez solo estuvo 20 minutos en el hemiciclo

Doce diputados socialistas, frente a los 30 populares. Tan solo UPyD parecía estar 'casi' al completo. Fuentes socialistas aseguraron que Sánchez, quizá, podría estar preparando su viaje a Latinoamérica. "Está por el Congreso (a mitad de mañana) pero no sabemos si entrará a la sesión", comentaban. Lo cierto es que Sánchez solo estuvo 20 minutos sentado en el hemiciclo.

El líder socialista entró en mitad de la intervención de Rafael Hernando (PP) a lo que el popular aprovechó para darle la bienvenida y señalar que no es que se pierda con el GPS sino que le falta la brújula, "esa que le ha impedido venir hoy aquí", ha señalado.El susto de Baldoví

Tras la intervención del PNV y las réplicas del presidente era el turno para el Grupo Mixto. El diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví comenzó a desgranar sus críticas a las políticas del PP siguiendo un abecedario: Con la A de amnistía fiscal, la B de Caja B y tarjetas Black, la C de corrupción, etcétera.

Pero cuando ha llegado a la E de emigración no ha podido seguir. Se ha detenido, ha mirado hacia la Presidencia y, agarrándose a la tribuna presidencial, se ha apartado junto a los escaños de los secretarios de la Mesa. "Siéntenlo", ha dicho Celia Villalobos, que en ese momento presidía la sesión.

Al momento se acercaron varios diputados que son médicos de profesión, como la ministra de Fomento, Ana Pastor, y la socialista Pilar Grande, para intentar atender a Baldoví. En esa situación, Villalobos, optó por suspender la sesión por cinco minutos.

Tumbado en el suelo, Baldoví fue atentido por Pedro, el médico del Congreso, que aconsejó llevarle a las dependencias del servicio de salud de la Cámara para luego ser trasladado al Ramón y Cajal. El diputado abandonó el hemiciclo en silla de ruedas con la cara tapada para evitar las fotografías y Villalobos gritando pidió a los medios gráficos que allí se encontraban que no sacaran ninguna imagen.

El diputado de Compromís fue despedido por sus compañeros con un gran aplauso. Su asistente señaló a este medio que se trataba de una subida de tensión, ya que él es hipertenso, y que se había tomado una pastilla esta mañana (Sumial) que regula la tensión pero aún así se encontró indispuesto.

Todo quedó en susto y Villalobos decidió continuar la sesión informando a la Cámara de que el diputado ya se estaba recuperando. Al no poder seguir interviniendo, el turno de palabra pasó la palabra al representante de Foro Asturias, Enrique Álvarez Sostres.El sobre de los regalices

Cuando todo parecía calmado, entró el ya 'famoso sobre' con regalices que hizo las delicias de los ministros durante una de las réplicas de Rajoy.

Normalmente, los ujieres trasladan mediante sobres informes y documentos confidenciales a los diputados. Pero en este caso el sobre (abultado) traía regalices que fue a parar en primer lugar a las manos de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría para repartirlos por toda la primera bancada entre Catalá, Morenés, Montoro, Fernandez Díaz, Pastor y Soria. Wert declinó la invitación.

Al preguntarle la fila de Pastor sobre el contenido, Morenés hizo gestos señalando a Montoro como si hubiera sido idea suya. Más tarde, Pastor se percató de que algunos periodistas los habían "pillado" y dedicó una tímida sonrisa. Quizá, tras el susto de Baldoví bueno era comer azúcar después de tantas horas sentados en el hemiciclo. Los ministros han sido de los pocos diputados que llegaron al comienzo y se fueron al final se la segunda sesión de este debate.La resaca del 'Candy Crush' de Villalobos

El tema estrella sin duda en los pasillos del Congreso durante toda la mañana ha sido el 'Candy Crush' de Celia Villalobos. A la vicepresidenta del Congreso le pillaron este martes jugando con la tableta de su compañero a un juego llamado 'Candy Crush'. Nada más salir de la primera sesión su compañero se quedó perplejo: "¿Celia, pero con mi tableta? Pues no lo sabía", dijo aunque afirmó que sí se la había dejado.

Sin embargo, todos los diputados que entraban tarde esta mañana afirmaban que se habían enterado de la noticia y que el gesto ofrecía "poco respeto".

El grupo socialistas en boca de su portavoz Antonio Hernando exigía respeto y veía "lamentable" el gesto. Por su parte, Rosa Díez (UPyD) aseguró que "falta el respeto al Congreso y a los ciudadanos". Solo el PP mediante Pablo Casado defendió ante los periodistas a la vicepresidenta del Congreso diciendo que no le podía juzgar su carrera y trayectoria por esa anécdota.

Algunos diputados destacaron que Villalobos entró esta mañana al Congreso "hecha una furia" tras leer los periódicos. "Muy enfadada", les dijo a algunos que le preguntaron qué tal estaba. Su compañero Jesús Posada intentó quitar 'hierro al asunto' aunque aseguró que en ese puesto no es recomendable hacer dos cosas a la vez y hay que estar en lo que se está.Una salida atropellada

Al término de la sesión los diputados que estaban, muchos más que al principio de la mañana, salieron con prisa por salir del hemiciclo. Villalobos al ser que sería la protagonista por la prensa decidió escapar por otra puerta mientras que los ministros y el propio Rajoy se vieron envueltos en una nube de periodistas que a poco queda en un susto.

Los servicios de seguridad del Congreso despejaron la entrada y los diputados pudieron salir sin peligro de 'avalancha'.