Esencial para la paz, la reconciliación palestina aún se atisba remota

  • Apremiados por el avance del plan de paz que afina EEUU, el movimiento islamista Hamas y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) han intensificado sus contactos en busca de una reconciliación que se antoja necesaria para el éxito del diálogo con Israel pero que aún parece remota.

Saud Abu Ramadán

Gaza, 3 feb.- Apremiados por el avance del plan de paz que afina EEUU, el movimiento islamista Hamas y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) han intensificado sus contactos en busca de una reconciliación que se antoja necesaria para el éxito del diálogo con Israel pero que aún parece remota.

Analistas en Gaza y Ramala coinciden en apuntar que la atmósfera global ha mejorado en los últimos meses, pero subrayan también que ninguno ha ofrecido indicios claros de avenirse a ceder en sus reivindicaciones, más allá de pequeñas píldoras.

La más reciente, la propuesta lanzada este fin de semana por Hamas, que sugiere la celebración de elecciones en universidades y sindicatos como paso previo a una reforma de la administración local en Gaza.

Con la sugerencia, el grupo islamista pretende apuntalar sus opciones de victoria de cara a las elecciones generales que exige la ANP, punto final del plan de reconciliación firmado en 2012, y que dos años después aún sigue lejos de aplicarse.

"Si los esfuerzos fueran sinceros, ahí están los acuerdos firmados en El Cairo y Doha", explica a Efe Hani Habib, escritor y columnista afincado en Gaza.

"Simplemente basta con aplicarlos, formar el gobierno de unidad nacional que gestione la transición y celebrar elecciones presidenciales, como está estipulado. No se necesita más diálogo, solo actuar", recalca.

Habib amplia su percepción pesimista al esfuerzo que lidera el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ya que en su opinión el acuerdo marco que se maneja no contempla la principal aspiración palestina: "el establecimiento de un Estado independiente".

"Los poderes palestinos y la mayoría de la población se oponen a esos acuerdos", agrega al tiempo que resalta las múltiples disensiones en el campo palestino, tanto en Gaza como en Cisjordania.

"Existen conflictos de opinión entre Al Fatah y la OLP (grupos principales en la ANP), entre Al Fatah y Hamas, e incluso en el seno del propio Al Fatah", que dirige el presidente palestino, Mahmud Abas, detalla.

A ello hay que añadir la oposición en la calle, "reacia a retomar el diálogo en estas condiciones", resalta mientras recuerda las protestas, principalmente de la izquierda, que se suceden en los territorios.

Una de las más numerosas se celebró el pasado 24 de enero en Hebrón y Nablus, donde centenares de personas exigieron a Abas que abandone el diálogo con Kerry.

Los manifestantes, convocados por formaciones como el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), expresaron su temor a que el heredero de Yaser Arafat ceda en el derecho al retorno de los refugiados o permita la permanencia de colonias en Cisjordania.

Según fuentes cercanas al proceso, ambas cuestiones -que también han concitado el rechazo por otras razones en la derecha israelí- están en la carpeta de Kerry.

"Todo esto impedirá que Abas firme el pacto, aunque así lo quiera. Y si así lo hiciera, prendería las llamas de la disputa entre las facciones y ahondaría todavía más las diferencias entre Al Fatah, Hamas y el resto", concluye.

En el terreno del pesimismo también pisa Samer Anabtawi, escritor y columnista asentado en Cisjordania, aunque por razones externas.

"La reconciliación es crucial. La ANP la necesita para robustecer su papel en la negociación y su legitimidad como representante de todos los palestinos. Hamas y los movimientos islámicos también la necesitan, porque la crisis económica en Gaza es insostenible" debido al bloqueo impuesto por Israel desde 2007, estima.

"Pero por desgracia, tanto Israel como EEUU, junto a países de la región y otros poderes mundiales, no están interesados en la reconciliación", argumenta Anabtawi, quien coincide con su colega en que falta seriedad en los contactos palestinos.

"Aunque las noticias parecen indicar un deseo común de reconciliación, ese anhelo no es suficiente porque cada facción está más pendiente de la evolución regional", agrega.

"Los contactos proseguirán, pero todo dependerá de quien sea el primero en tomar la iniciativa y renunciar a sus convicciones. El problema añadido es que cualquier cambio significativo en la región se reflejará en los palestinos", subraya Anabtawi, en alusión a Irán, Siria y Egipto.

El derrocamiento de los Hermanos Musulmanes en El Cairo y la aproximación de Irán a EEUU afectan sobre manera al poder de Hamas, al igual que la guerra en Siria, donde está involucrado otro enemigo de Israel con estrechos vínculos con el régimen de los ayatolá, el grupo chií libanés Hizbulá.

Por contra, Arabia Saudí y otras monarquías autoritarias del Golfo Pérsico son propicias al actual proceso negociador, pues consideran que podría socavar la posición regional de su antagonista iraní.

"Desgraciadamente firmar el acuerdo marco sería un error fatal para los palestinos, sería otro Oslo 2", apostilla Anabtawi, quien no descarta un arreglo apresurado entre Hamas y la ANP que en su opinión sería débil y contraproducente.

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