Madrid.- España trabaja para que la Cumbre de la Unión por el Mediterráneo sea un "auténtico éxito" de compromiso político y se avance en el proceso de paz en Oriente Medio, en el que todos deben asumir sus responsabilidades, incluido Israel, ha dicho hoy el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El titular español de este departamento pronunció estas palabras en la presentación que hizo del primer ministro libanés, Saad Hariri, en el marco del Foro Nueva Economía en Madrid.
Hariri finaliza hoy su primera visita oficial a España, que ha tenido como eje analizar el estancado proceso de paz en Oriente Medio e impulsar las relaciones comerciales.
La Unión por el Mediterráneo (UpM), organismo que agrupa a 43 países de ambas riberas, celebrará una Cumbre los próximos 7 y 8 de junio en la ciudad española de Barcelona.
Moratinos señaló que, aunque "algunos desearían el fracaso" de la Cumbre, España -como presidente de turno este semestre de la Unión Europea- trabaja para que esta cita sea un "auténtico éxito de compromiso político" y que se avance en los esfuerzos de paz en Oriente Medio con la "exigencia" de que todos los actores asuman su responsabilidad en el conflicto, incluido Israel.
"En ese caminar vamos a encontrar el apoyo del Líbano, tu involucración personal para garantizar el éxito de la Cumbre", le dijo Moratinos a Hariri.
El ministro español aseguró que Barcelona "será una etapa, no la definitiva". "Hay que mirar al futuro con cierta ambición de pasar una página definitiva de paz", añadió.
Para Hariri la Cumbre de la Unión por el Mediterráneo va a tener una "tremenda importancia" que afecta no sólo a Israel, sino a todos los países árabes y de Europa.
"Cuando haya vínculos económicos, comerciales y ventajas económicas evidentes por la relación existente entre los países árabes y europeos, habrá más en juego e Israel tendrá que pensar diez veces cada paso que toma, tendrá que plantearse avances en este proceso" de paz, dijo el primer ministro libanés.
El nuevo secretario general de la UpM, el jordano Ahmad Masadeh, asume un mandato de tres años, en los que tratará de desarrollar proyectos comunes sobre descontaminación del Mediterráneo, autopistas terrestres y del mar, protección civil, energías alternativas, lazos empresariales y una nueva Universidad Euromediterránea.
En su intervención, Miguel Ángel Moratinos definió a Hariri como un "buen amigo" con "coraje político, valentía, sabiduría y buen hacer" y celebró su labor de configurar un Gobierno de unidad nacional, "con un Líbano hoy independiente, próspero, seguro y con el deseo de ser un actor fundamental en la construcción de la paz en Oriente Medio".
Saad Hariri fue designado primer ministro el 27 de junio pasado por el presidente libanés, Michel Suleiman, tras las últimas elecciones celebradas en el país, pero no logró formar gobierno hasta diciembre por las complicadas negociaciones con la oposición.
Es el hijo y sucesor político del ex primer ministro Rafic Hariri, asesinado en un atentado el 14 de febrero de 2005.
Para Moratinos, Hariri pertenece a una "nueva generación de políticos" en Oriente Medio que quiere "despertar y encauzar una paz definitiva".
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