España subestima a la mafia italiana

    • El periodista Íñigo Domínguez, publica 'Crónicas de la mafia', un repaso por la historia de la delincuencia organizada siciliana desde sus orígenes hasta la actualidad.
    • Asegura que los jueces italianos se quejan de que países como España o Alemania no tienen una legislación acorde con la magnitud del problema.
Imagen del atentado al juez Giovanni Falcone, asesinado por la mafia en 1992
Imagen del atentado al juez Giovanni Falcone, asesinado por la mafia en 1992

"La visión de los jueces, la policía e, incluso, los propios capos italianos, es que nuestro país es una especie de zona franca para la mafia". Así empieza nuestra conversación con Íñigo Domínguez, periodista, corresponsal de 'El Correo' en Roma desde 2001.

Es preocupante que los capos de una organización como la Cosa Nostra, que de 1982 a 1982, con la guerra de los clanes de Palermo, dejó un saldo de mil muertos, prefieran las cárceles españolas a las italianas. La razón es que, en nuestro país, la ley es más laxa.

En Italia, cuando un capo es detenido, "el aislamiento es absoluto", dice ïñigo Domínguez. No tiene ningún tipo de contacto con el exterior, ni acceso a los periódicos, ni pueden ver la televisión. Se rigen por el artículo 41-Bis"porque si a un capo le dejas, sigue mandando desde la cárcel como si fuera su oficina". Y también, desde el año 1982, existe el delito de asociación mafiosa, en virtud del cual, los mafiosos pueden ir a prisión solo por pertenecer a la organización.

Si bien, la legislación española no es tan rígida. Aquí no se contempla ese delito, a pesar, incluso, de que en la última década, un tercio de todos los mafiosos que se capturan fuera de Italia, se produce en España. "Hay una percepción muy distinta", dice Domínguez, "en nuestro país no se es consciente del problema y se subestima muchísimo". Los magistrados italianos se quejan de que leyes como la nuestra o de otros países como Alemania no son "las mejores" para combatir la mafia. "Los jueces italianos se dan contra la pared, se desesperan" cuando un capo o uno de sus subalternos es detenido fuera de Italia porque podrán "seguir con su vida" detrás de los muros de la cárcel. Si bien, hay que dejar clara la total colaboración entre las policías españolas e italiana a la hora de cazar a los capos de la mafia. El problema está en las leyes por las que se los juzgan, que son distintas en cada país.

Los mafiosos que cumplen condena en prisiones españolas, pueden continuar siendo los cabeza de familia y dirigiendo el negocio entre barrotes. "Hay conversaciones grabadas aquí de capos de la Camorra (mafia napolitana) o la Ndrangueta (mafia calabresa, las más violenta) que describen las cárceles españolas como un balneario", dice Íñigo Domínguez. Tienen derecho a llamar por teléfono y a recibir visitas, así que continúan siendo capos. Lo que cambia es el lugar donde viven.

De hecho, los son los propios capos detenidos en España los que publican las comodidades de las cárceles españolas. Es el caso de Maurizio Prestieri, que colaboró con la justicia, y de Santo Maesano, que continuó al frente de la organización desde la prisión de Valdemoro, en Madrid.La mafia resulta atractiva, pero hay un gran desconocimiento

Íñigo Domínguez, periodista que lleva en Italia más de una década, se decidió a escribir 'Crónicas de la mafia' cuando se dio cuenta de que, al viajar a España, la gente le preguntaba por la Cosa Nostra o la Camorra, por la mafia, en general. "Es un tema que despierta mucha fascinación e interés y, al mismo tiempo, hay un gran desconocimiento". Así que, tomando esto como base, ha resumido en 22 capítulos la historia de la mafia siciliana, -o Cosa Nostra-, desde sus orígenes, en 1880, hasta la actualidad. Porque, además, la historia de la mafia y la historia de Italia van de la mano.

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Es un recorrido donde aparecen los nombres de los grandes mafiosos de Italia, también dedica espacio a las cinco grandes familias de la mafia de Nueva York, al clan de los Corleoneses, a la guerra de los clanes en Palermo, el saqueo de Palermo, a Salvatore Giuliano, a gánsters estadounidenses como Lucky Luchiano o Vito Genovese, a los temidos capos de Sicilia Totó Riina y Bernardo Provenzano o la aventura de la mafia en Cuba durante la dictadura de Batista.

Pero no todos los personajes que viven en 'Crónicas de la mafia' son los malos de la película. El autor también da visibilidad a los "héroes anónimos" que han luchado contra la Cosa Nostra y "lo han pagado con su vida".


Domínguez rescata del olvido a personas como el periodista Peppino Impastato, miembro de la familia mafiosa de los Cinisi que, desde la sátira, decía en su programa de radio los nombres y apellidos de los mafiosos del pueblo. Los jueces Giovanni Falcone y su sucesor, Paolo Borsellino, también encontraron la muerte en 1992 mientras investigaban en las entrañas de las organizaciones mafiosas. Sus asesinatos aún no están resueltos. O Giuseppe 'Pino' Puglisi, párroco que denunciaba a la mafia desde el púlpito y que aseguró que esperaba la muerte antes de que le quitaran la vida.

Con su obra, Íñigo Domínguez demuestra que la mafia italiana "siempre ha estado ligada al poder". Desde el principio hasta hoy. La sociedad italiana ve la organización mafiosa como un hecho establecido. No es como ocurre en España con ETA, donde la gente sabe que es un problema grave, pero, también, que algún día se terminará con la banda terrorista. En Italia, la gente piensa que la mafia siempre estará ahí, que es parte de la idiosincrasia del país, "como el tráfico o el clima".Los mafiosos han tomado el cine como ejemplo

Si pensamos en la mafia italiana, no podemos olvidarnos del cine. De lo que el cine ha contribuido a crear la idea que tiene mucha gente de la Cosa Nostra. "En general, salvo excepciones, el cine ha distorsionado la visión de la mafia". La ha convertido en épica, haciendo que el espectador se olvide de la realidad. "También la ha mitificado, con 'El Padrino', por ejemplo". A Íñigo Domínguez le interesaba mucho contar cómo el séptimo arte refleja las organizaciones mafiosas y por qué. "Por eso he visto todas las películas que hay sobre el tema". La primera es una muda, de 1906, que dura once minutos. De ahí en adelante, lo ha visionado todo y ha descrito cómo ha ido evolucionando la figura del gánster en el cine.

A veces, han sido los propios mafiosos los que han tomado como ejemplo el cine para ir esculpiendo su rol de capo. "La forma de vestir, el vocabulario" que se usaba en las películas, eran, a menudo, imitados por los mafiosos. Y al contrario también pasaba: en EEUU había actores que tenían amigos mafiosos y se fijaban en ellos para sus personajes.

'Crónicas de la mafia' cuenta con una filmografía de 250 títulos que nos acercan a la mafia. Es un repaso a la visión "dulcificada" que ha construido el mundo de celuloide. Aunque basta mirar la hemeroteca italiana para darnos cuenta de que en esto, -como en todo-, la realidad siempre supera a la ficción.

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