Estado mexicano quiere el monopolio para contar el narcotráfico, dice experto

  • El Estado mexicano quiere el monopolio para contar todo sobre el narcotráfico, al tratar de censurar los narcocorridos y a sus intérpretes, auténticos ídolos de masas tanto en Estados Unidos como en México, lamentó hoy un experto.

Alberto Cabezas

México, 8 jul.- El Estado mexicano quiere el monopolio para contar todo sobre el narcotráfico, al tratar de censurar los narcocorridos y a sus intérpretes, auténticos ídolos de masas tanto en Estados Unidos como en México, lamentó hoy un experto.

"Sospecho que parte del motivo (para que haya censura) no es solo que la gente no oiga esos mensajes contraproducentes, sino que el Estado mexicano se quiere adscribir el monopolio de contar el narcotráfico", dijo a Efe en entrevista telefónica Juan Carlos Ramírez-Pimienta.

Doctor en letras hispánicas y académico de la Universidad Estatal de San Diego (EE.UU.), el autor mexicano acaba de publicar el libro "Cantar a los narcos. Voces y versos de los narcocorridos" (Planeta, 2011), "una arqueología" de este subgénero musical.

La investigación nace a principios de los años noventa cuando Ramírez-Pimienta comenzó a preguntarse qué estaba pasando en México con la "noción de heroicidad" de la gente al percatarse que cada vez más protagonistas de corridos eran consumidores de droga y narcotraficantes.

"Me empezó a parecer curioso porque la noción del corrido tradicional es ajena al consumo de enervantes y, de hecho, ajena al consumo de alcohol en buena medida", explicó.

Esa orientación le llevó a las raíces de los corridos de traficantes, que encuentra ya a mediados del siglo XX y con la que descarta la noción de que sean los Tigres del Norte los inventores de este tipo de música.

"Hay muchos corridos que los anteceden a ellos. Lo que sí hicieron (...) fue revitalizar un género que estaba virtualmente olvidado, y lo traen nuevamente a la vida", señaló.

Una de sus principales tesis de Ramírez-Pimienta es que en momentos de bonanza económica decae el narcocorrido, que vuelve a ganar seguidores cuando sobrevienen las crisis, como ocurrió a partir de la década de los setenta.

Actualmente el género goza de buena salud, pero a la vez enfrenta amenazas, como que se esté "empezando a censurar el repertorio de los intérpretes" en algunos lugares.

El acto de autoridad más reciente contra los narcocorridos ocurrió en mayo pasado, cuando el Gobierno mexicano expresó su respaldo al gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, después de que emitiera un decreto para prohibir que se interpreten en bares, cantinas, centros nocturnos y salones de fiestas de ese estado.

Para el experto, un valor intrínseco de estas canciones es que "ofrecen otra versión" del mundo del narcotráfico, "una que es contracultural, no siempre verídica, pero tampoco siempre mentira".

El Estado mexicano ha tenido a lo largo de su historia "actores coludidos con el narcotráfico", por lo que "no es un narrador cien por ciento confiable" en la materia, apuntó.

Incluso, añadió, en algunos de sus partes de guerra y reportes policíacos las autoridades mexicanas "han sido más fantasiosos que el más fantasioso de los narcocorridos".

Admitió que este tipo de música "es una fuente histórica a la que se debe recurrir para explicar qué es lo que está pasando" en México, cómo el país ha incubado en los últimos una sociedad caótica en algunos lugares.

Finalmente, llamó la atención sobre el hecho de que desde 2007 haya "un regreso a un narcocorrido más violento" que coincide con el advenimiento de "la llamada 'guerra del narcotráfico'" impulsada por el presidente Felipe Calderón.

Y respecto a esas composiciones cargadas de violencia extrema, Ramírez-Pimienta es partidario de "restricciones" como las que existen en el cine porque "no me parece que un niño de 7 u 8 años escuche canciones de asesinatos y descabezados".

A futuro, cree que la popularidad de los narcocorridos solo disminuirá si se acaba de alguna manera con el narcotráfico.

"Eso se logra solo con una política económica que haga que menos gente tome el riesgo de inmiscuirse en el narco y diga 'yo me mantengo bien como trabajador en esta fábrica' o como estudiante de medicina, o como ingeniero, no tengo necesidad de arriesgar mi vida", comentó.

Además de su último libro, Ramírez-Pimienta es autor de obras como "De El Periquillo al pericazo: Ensayos sobre literatura y cultura mexicana" (2006) y coautor de la antología "El Norte y su frontera en la narrativa policíaca mexicana" (2005).

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